Unas de las inversiones poco comunes en el mercado argentino comenzó un fuerte resurgimiento: los plazos fijos en dólares. En medio de la incertidumbre cambiaria y escasas alternativas seguras para "los dólares del colchón", las colocaciones a plazo en moneda extranjera volvieron a ser atractivas: durante mayo, aumentaron en más de u$s700 millones, alcanzando un total de u$s5.037 millones, según cifras oficiales.
El renovado atractivo de este instrumento se explica principalmente por la mejora en las tasas ofrecidas por los bancos, que buscan captar depósitos en divisa extranjera y un entorno financiero más ordenado, que permite al inversor apostar a un horizonte de mayor plazo con menor temor a perder poder adquisitivo.
Según el Informe Monetario Mensual del Banco Central correspondiente a mayo, se observó un desplazamiento de fondos desde las cajas de ahorro en dólares hacia los depósitos a plazo. "Este movimiento fue impulsado por el aumento en la tasa de interés pagada por estas colocaciones", aseguró.
Pese al fuerte crecimiento de los últimos meses, el nivel actual de depósitos a plazo en dólares todavía está lejos de los picos alcanzados en 2019. En aquel momento, justo antes de las PASO presidenciales, el stock de plazos fijos en dólares superaba los u$s7.400 millones, con una participación del 25% sobre el total de los depósitos privados en moneda extranjera.
Desde entonces, y tras el regreso de los controles cambiarios, esa proporción se fue reduciendo. En 2024, apenas el 15% de los depósitos en dólares eran a plazo, y llegó a caer al 11% tras el blanqueo de capitales que incentivó la apertura de cuentas de libre disponibilidad.