El atleta estadounidense Chris Robinson fue noticia por dos hechos distintos en una misma secuencia: se quedó con la medalla de oro en el Meeting de Ostrava con la mejor marca personal, pero corrió gran parte de la carrera con sus partes íntimas al aire.
Robinson sufrió toda la carrera: durante todo el recorrido, y específicamente al saltar cada una de las vallas, se corrió al menos cinco veces el short reglamentario, pero no fue suficiente para disimular el incidente.
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Al sexto del mundo en esta disciplina se le complicó en las últimas vallas, porque producto del esfuerzo de correrse el short, perdía velocidad y equilibrio. Sin embargo, logró ser el más rápido de la final, por delante de Matheus Lima y Seamus Derbushire.
"Anomalía", como le dicen a Robinson, tuvo un final por de más accidentado: terminó la carrera, se cayó sobre el final y se golpeó la cabeza. Producto de acomodarse cerca de las vallas, también se golpeó sus dedos; por lo que debió ser atendido por los médicos.
Sabía el resultado, no solo había ganado la carrera sino que también se quedó con su mejor marca personal del año (48.05). Horas después de la carrera, no se pronunció sobre su short, pero sí sobre su salud: "Gracias a todos los que me revisaron. Está todo bien".