Agostina Hein es la nueva sensación del deporte argentino: después de haber ganado ocho medallas en los Juegos Panamericanos Junior de Asunción, fue por más. Apenas días después, en el Mundial Juvenil de Rumania, ganó la medalla de plata en 800m libre y se consagró campeona mundial en los 400m combinados.
Nacida en Campana el 24 de abril de 2008, descubrió su amor por el agua cuando tenía siete años y comenzó a participar de algunos torneos de Fannba (Federación de Aficionados de Natación del Norte de la Provincia de Bs. As). Allí conoció a Sebastián Montero, entrenador que hasta el día de hoy la acompaña no solo a nivel club sino también a nivel selección.
Toda animosidad de jugar en el agua se convirtió en cosa seria: para los 15 años ya había logrado su primera medalla mundialista en Israel. En aquel entonces fue el tercer lugar en los 800 metros, lo que le posibilitó clasificar al Mundial de mayores en Qatar.
Y como así son las cosas en el deporte, al haber estado tan cerquita del podio, el quinto lugar en los 800 metros libre y el octavo en los 400 de la misma modalidad, logró la marca B que le valió una invitación por parte de World Acquatics a los Juegos Olímpicos de París 2024. Allí volvió a medirse con las mejores del mundo con mucha juventud encima: con solo 16 años, al igual que lo había hecho Fernanda Russo en tiro en Río 2016.
En ese entonces, Hein había cronometrado 4:14:24 en los 400 metros libre y 8:37:43 en los 800. Hoy los valores son distintos: precisamente en los 800 hizo 8:26.19 en el Mundial de Rumania, récord personal y solamente a dos centésimas de Delfina Pignatiello, el récord nacional.
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Hein emocionada en el podio tras ser campeona mundial.
El agosto agitado tuvo sus frutos: ocho medallas en Asunción 2025 (tres de oro, cuatro de plata y una de bronce), mientras que en el Mundial tocó el cielo con las manos. Además de la plata en los 800m libre, se consagró campeona mundial en los 400m combinados con una marca de 4:06.96, siendo no solo su mejor registro sino también batiendo el récord sudamericano en dicha modalidad que ostentaba Georgina Bardach, la última medallista olímpica que tuvo la natación.
En medio de un cúmulo de sensaciones, pero sobre todo de la satisfacción de haber logrado el objetivo, Hein tuvo un pensamiento que la invadió al 100% al momento de tocar la pared en Otopeni y consagrarse como campeona mundial.
"Lo primero que pensé, la verdad que una alegría tremenda, pero pensé en mi familia, en mi mamá y mi papá, en todo el esfuerzo que hicieron para que yo llegue ahí de la mejor manera. También en todo mi equipo, en mi novio que seguro me estaba mirando y en todo el esfuerzo que habíamos hecho todos. No era solo mía la medalla", dijo.
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Hein y las 8 medallas en los Juegos Panamericanos Junior de Asuncón 2025.
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A propósito de su relación con "Georgi", como la menciona, comentó: "Es alguien impresionante alguien que me marca todos los días con su sencillez. No me tendría que haber mandado ningún mensaje, pero ella me lo manda... puntualmente es un récord que yo ya venía palpando, venía trabajándolo, entonces poder hacerlo en realidad es algo que me pone muy contenta y que la que era dueña del récord me felicite me pone muy feliz".
La madurez como punto de partida
Ser campeona mundial no es para cualquiera ni tampoco se da todos los días. Sebastián Montero, su entrenador, habló sobre uno de los factores que llevó a Hein a alcanzar el oro en Otopeni y además a bajar casi 10 centésimas respecto de los Juegos Olímpicos de 2014. Por eso confió en que, más allá de lo técnico y deportivo, hubo algo más.
"Si miro lo que fue París, creo que fue la maduración, ¿no? La maduración deportiva. Con 12 años era una nena que jugaba en el agua: ya con 14, 15 años hizo dos marcas B para un Juego Olímpico. Allí competimos contra Ledecky y competimos contra nuestras ídolas jugando, porque por más que lo hicimos seriamente y hoy Agostina es una deportista adulta, ella es una mujer, jugando juegos de mujer y compitiéndole a la par", definió Montero en diálogo con C5N.
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Agostina Hein y su entrenador Sebastián Montero
Y luego completó: "Creo que todo lo que se viene ahora es ganancia porque ya hizo el click en esa cabeza, ese salto de calidad que es natural. Uno no lo puede acelerar eso, es natural y creo que hoy Agostina es lo que es y logramos lo que logramos por esa madurez deportiva que tuvimos".
Hein, por su parte, coincidió con Montero y analizó: "Yo creo que lo que cambió fue decir, 'yo tengo que trabajar 100% para estar todos los días mejor, para ser todos los días mejor'. Obviamente cuesta un montón porque se sufre entrenando, duele todo y hay series que no te van a gustar, otras que te van a gustar, pero es encarar distinto el entrenamiento".
"Creo que es lo que mi equipo me ayuda a ser todos los días positivo, mis papás no tienen negatividad, son unas personas muy positivas así que creo que eso es lo que más me ayuda, ser todos los días optimista", destacó.
Sebastián y Agostina formaron algo más que un equipo: una familia. Así lo definió él: "Ella dice que soy su segundo papá, seguramente me confiese más cosas que al padre. Nuestro equipo está basado en la confianza, creo que es nuestro pilar, es lo que nos permite llegar lejos y caminar tranquilos para proponernos objetivos altos. Siempre decimos 'vamos a ir por esto, vamos a salir campeones del mundo'. Lo dijimos a principio de año y lo fuimos a buscar".
Mirar a las rivales, pero más que nada mirarse y cuidarse a una misma
Hoy el récord mundial de los 400m combinados lo ostenta Summer Mcintosh, pero no parece ser medida para Hein: "Miramos a los rivales porque es inevitable, pero trabajamos muy sobre lo nuestro, sobre lo que podemos hacer y lo que podemos lograr. No nos encerramos porque Mcintosh está súper despegada y tampoco lo vemos como algo imposible, pero tampoco es algo que queremos hacerlo hoy o mañana".
"La realidad es que esto es un proceso, tenemos tres años de acá a los próximos Juegos Olímpicos y creo que hay que trabajar con mucha seriedad, con mucha paciencia y con los pies sobre la tierra para poder llegar de la mejor manera", cerró Montero.
Hein, por su parte, todavía no terminó el colegio y debe mantener los pies sobre la tierra para no olvidarse de quién es: una adolescente que quiere estudiar veterinaria. Por eso, también se concentra en mantener "los puntos de escape" activos y tratar de disfrutar por fuera de la presión de la natación.
"Es muy importante para mí separar un poco la Agos deportista de la Agos persona. Obviamente me gusta escuchar música, me gusta mirar series, pero creo que principalmente estar con mi familia, estar con mi novio y con mis amigas. Creo que eso es lo que más rescato para poder salir un poco del foco", cerró.