La impresionante transformación física de Luka Dončić: sorprendió a todos

El astro esloveno renovó por completo su cuerpo y su mentalidad. Su nueva rutina, lejos del azar, fue diseñada para marcar una era en la NBA.

Durante mucho tiempo, Luka Doncic fue sinónimo de talento puro. Brazos prodigiosos, visión quirúrgica y una personalidad que brillaba tanto dentro como fuera de la cancha. Pero había algo que no terminaba de encajar en su narrativa: las dudas persistentes sobre su estado físico. Las críticas llegaban desde todos lados —exjugadores, periodistas, redes sociales— y el esloveno, hasta ahora, se había mantenido en silencio.

A los 26 años, decidió dar un golpe sobre la mesa. Y no con palabras, sino con una transformación que dejó a más de uno con la boca abierta. En la portada de Men’s Health, Doncic aparece más definido, más liviano y, sobre todo, con una energía que no se le veía desde sus primeros años en la liga. El cambio no fue casual. Fue una apuesta a fondo, una declaración: “Estoy para más”.

Después de la eliminación de los Lakers ante los Timberwolves, algo hizo clic. Doncic volvió a su tierra natal y se encerró con su equipo más íntimo. Allí, sin flashes ni distracciones, empezó el proceso que podría cambiar su carrera para siempre. En Croacia, entre sesiones agotadoras y comidas medidas al gramo, empezó a construirse esta nueva versión.

Este año dimos un gran paso, pero esto es solo el comienzo”, soltó en la entrevista. Y no sonó a frase hecha. Sonó a promesa.

Luka Doni 2025

Luka Doncic y la clave de su transformación física

Detrás del cambio hay más que voluntad: hay estructura, ciencia y un equipo que lo sigue de cerca. Todo gira en torno a Team Luka, una especie de escudería de alto rendimiento compuesta por su entrenador personal Ane Maek, el fisioterapeuta Javier Barrio y la nutricionista Lucia Almendros. Cada uno tiene un rol claro, y todos reportan a una misma idea: cuidar el cuerpo como si fuera oro.

El día arranca temprano. Muy temprano. Entrenamientos en ayunas que superan los 90 minutos, con circuitos que combinan fuerza, velocidad y técnica. Todo en un gimnasio privado, equipado como si fuera un laboratorio del alto rendimiento: pesas calibradas, balones medicinales, pista al aire libre, sensores para medir explosividad. Nada queda librado al azar.

Luka Doni antes y después

La dieta también cambió por completo. Se terminó el gluten, se redujeron los azúcares al mínimo y se sumó ayuno intermitente. Almuerzos con proteínas magras, batidos con leche de almendras, cenas ligeras y al menos 250 gramos de proteína por día. La idea no es solo “verse bien”, sino sentirse más liviano, más claro, más ágil. “Todo mi cuerpo se ve mejor, pero más importante aún es cómo me siento”, dijo Luka.

Y hay más. En vez de exprimir al cuerpo con dobles turnos, eligió complementarlo. ¿Cómo? Alternando el básquet con pickleball y pádel, deportes que activan otros grupos musculares y rompen con la monotonía sin perder ritmo competitivo.

Las críticas al físico de Doncic fueron moneda corriente durante años. Desde su llegada a la NBA, hubo memes, burlas y especulaciones constantes sobre su peso o su estado. Eso, a pesar de números que lo colocaban en la élite absoluta: cinco selecciones al Primer Equipo All-NBA, 82 triples-dobles y un promedio de estrella cada vez que pisa la cancha. Pero el ruido, aunque lo esquivara, calaba.

Luka Doni Men's Health

Después de la última temporada, Doncic llamó a su representante Lara Beth Seager y no dudó: activó el plan. También viajó a Madrid, donde se sometió a estudios médicos y físicos a fondo: resonancias, análisis, pruebas de fuerza, evaluaciones musculares. De ahí salió el programa que hoy sigue al pie de la letra.

Y sí, hay una parte emocional que también cuenta. “Especialmente en la NBA, viajas casi todo el tiempo. Nunca estás en casa”, reconoció. Volver a Eslovenia, estar con los suyos, entrenar sin la presión constante del calendario: eso también forma parte del nuevo Luka.

Luka Doni

La presión por los cuerpos perfectos en el deporte profesional está en todos lados. Y no siempre es justa. La misma nota de Men’s Health lo dice: la exigencia estética pesa, incluso para los mejores. Nombres como Nikola Joki, Patrick Mahomes o el propio Shaquille O’Neal pasaron por lo mismo. La diferencia es que Doncic decidió enfrentarlo desde otro ángulo: con estrategia, paciencia y mucha disciplina.

Lo que viene no es menor. Ya confirmó que sumará un masajista exclusivo y un entrenador de tiro. Quiere cuidar hasta el último detalle. Su meta, clara y sin rodeos: seguir siendo uno de los jugadores más influyentes de la NBA por al menos diez años más. Ni los prejuicios ni el pasado van a marcar su camino. El que lo subestimó, tendrá que mirar de nuevo.

TEMAS RELACIONADOS