Colapinto ya había hecho este año sus primeros pasos en la práctica libre del circuito de Silverstone, pero la gran oportunidad llegó a fines de agosto en Monza, una pista que conocía y lo dejó demostrado. Allí largo 18 y terminó apenas dos posiciones por debajo del top 10.
En su segunda presentación fue cuando hizo historia: en una carrera impresionante en el circuito callejero de Bakú, terminó octavo y sumó cuatro importantísimos puntos no solo para él, sino también para el equipo. Ya en la tercera carrera, terminó 11 en el Gran Premio de Singapur, y completó la que quizás fue su mejor actuación a pesar de no haber conseguido más unidades, tanto que recibió elogios del mexicano Sergio “Checo” Pérez.
Así, con el envión de tener una representación argentina en la F1, el propio secretario de Deportes, Daniel Scioli se animó a soñar en grande y declarar que Argentina está preparada para albergar al automovilismo de elite. “Hablé con el presidente Javier Milei y la Secretaria general de la presidencia, Karina Milei, en base de articular todos los esfuerzos, para que Argentina vuelva a recibir una carrera de Fórmula 1”, señaló en su presentación durante el Día Mundial del Turismo.
El próximo 1 de noviembre se correrá en Gran Premio de Brasil y el funcionario argentino se reunirá con autoridades de Liberty, FIA y el Automóvil Club y aprovechará el encuentro para postular al país como sede para un Gran Premio.
“Tenemos una reunión programada en San Pablo por el tema de la Fórmula 1. La Argentina está preparada para traerlo, con inversiones privadas. Le vamos a plantear por qué tienen que venir al país”, expresó Scioli en declaraciones a Radio Mitre y agregó: “Vamos a avanzar porque en Argentina se dan las condiciones, a través de la inversión privada, de poder cubrir los gastos y la logística que demanda un evento de repercusión mundial y de generación de trabajo”.
Daniel Scioli
NA/Juan Vargas
Qué necesita Argentina y de cuánto es la inversión para que la Fórmula 1 desembarque en el país
Para iniciar el proceso, se deben iniciar remodelaciones en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez, en Buenos Aires, para obtener la autorización de seguridad Grado 2 de la FIA. Uno de los grandes escenarios del automovilismo sudamericano, el circuito acogió carreras de TCR en 2024 y contará con carreras de Stock Car.
De esta manera, para poder albergar un Gran Premio se debe obtener una licencia Grado 1 del organismo regulador para albergar una etapa de Fórmula 1. Solo así el recinto tendrá la certificación obligatoria.
Para ello, se requiere de una inversión anual de 40 millones de dólares y los contratos son por cinco años. “Buenos Aires es el más viable, por el momento, ya que se trata de una Capital y Fórmula 1 siempre va a las grandes ciudades. Además, se requiere de una gran capacidad hotelera para el turismo”, explicó el periodista deportivo, Darío Coronel, en diálogo con C5N.
Como consecuencia de la inversión, la inyección económica que podría generar al país por la llegada de un evento deportivo mundial y despertar el interés del turismo podría ser superlativo. “Un montón de turistas de países limítrofes podrían llegar al país. Si bien la Fórmula 1 era un deporte popular, desde la serie de Netflix despegó de una manera desorbitante, las entradas se agotan para una carrera en todo el mundo", sostuvo Coronel.
¿De cuánto podría ser la ganancia en el país con la llegada de la Fórmula 1? Si bien solo son estimativos, el ingreso económico podría darse con la atracción turística, y en una cercana comparación de impacto se puede recurrir a los números que presentó el circuito callejero de Bakú. En 2016 desembolsaron alrededor de 57 millones de dólares para tener a la F1 y su primera carrera fue bajo la denominación del Gran Premio de Europa.
Tras la fecha de 2019, el impacto económico fue de 506,3 millones de dólares “en una combinación de los resultados directos e indirectos del gasto operativo vinculado a la llegada de la F1 a Bakú durante los últimos cuatro años, teniendo en cuenta el gasto en varios sectores, incluyendo los servicios profesionales, hoteles y alojamiento en general, restauración, transporte, servicios sociales y culturales, agricultura, correos y telecomunicaciones, comercio mayorista y electricidad, gas y agua, entre otros”, informaron los responsables del circuito en un artículo publicado por Motorsport en 2020.
Si bien el nombre de Franco Colapinto despertó el entusiasmo, su presencia en la F1 en el 2025 aún no está aseguro, para Daniel Scioli el regreso de la competición no depende y no dependerá de la continuidad del argentino en la máxima categoría del automovilismo, sino que “va más allá de eso”.
“El Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires se está preparando con obras, que va a poder albergar a 90 mil asistentes, con renovación de los paddok. Si bien esto estaba previsto por la Ciudad de Buenos Aires, que ya comenzaron con las obras, lo más interesante es que los privados quieren cubrir todos los gastos para que este evento venga al país”, afirmó Scioli en declaraciones radiales.
Efecto Colapinto: la demanda del karting argentino, en su mayor auge
La presentación de Franco Colapinto en la Fórmula 1 se empezó a sentir y los números no solo se notaron por la presencia de los compatriotas en Italia que revolucionó las gradas del circuito, sino también en quienes se entusiasmaron a dar sus primeros pasos en la pista como el bonaerense.
Desde aquel momento, la demanda para correr en karting en argentino, la cuna del automovilismo, creció un 20%, pero estiman que este fenómeno recién comienza y esperan que se sumen nuevos fanáticos al deporte.
“Lo que aumentó mucho con la llegada de Franco es la consulta para la escuela de pilotos y para aprender a correr de manera profesional”, contó en diálogo con C5N Joel Gauthier, dueño del Kartódromo Internacional de Buenos Aires sobre la primera llegada del piloto de Williams en la máxima categoría, pero ahora, con más semanas a cuesta reveló que “la tendencia sigue por ahí, con menos frecuencia, pero sin dudas que hizo crecer la demanda y las consultas”.
Respecto a los cursos para correr de manera profesional, a partir de los 6 años y el curso consta de 10 clases. Sin embargo, desde el kartódromo no descartan abrir más cursos ya que son dos por años y con cupos limitados. “Este año no porque lo tenemos programado”, reconoció Gauthier, aunque aclaró que “sí pensaremos una opción para el año que viene porque no lo teníamos en mente”.
En cuanto a los precios, especificó que “son acorde a lo que necesite el piloto” y que generalmente no publicamos los precios ya que “dependen del programa a realizar, pero es un deporte bastante costoso a nivel profesional”.