El llamativo invento que es perfecto para quienes tienen miedo a volar en avión

La aviación sumó una alternativa muy llamativa para quienes sienten temor al momento de despegar. Se trata de un sistema que transforma por completo la forma de enfrentar emergencias en vuelo con un avión equipado con un paracaídas de uso completo. Este desarrollo responde a una inquietud tan frecuente como lógica en los pasajeros, la cual consiste en pensar qué pasaría si algo falla a gran altitud y no hay posibilidad de aterrizaje inmediato.

La tecnología detrás de este invento fue desarrollada por Cirrus Aircraft, una compañía especializada en aeronaves livianas. Su sistema, conocido como CAPS (Cirrus Airframe Parachute System), consiste en un paracaídas balístico integrado al diseño estructural del avión. A diferencia de los modelos tradicionales, este mecanismo no es un accesorio opcional: viene incorporado de fábrica y está pensado para salvar vidas ante fallos técnicos o condiciones extremas.

Este avance no solo cambió las reglas del juego en materia de seguridad aérea, sino que también marcó un hito en accesibilidad emocional. Para muchos, la sola existencia de este dispositivo representa un alivio mental al momento de volar, especialmente en vuelos privados o de aviación general. Lejos de ser un experimento, ya suma cientos de despliegues exitosos y fue adoptado en distintos modelos de Cirrus, incluido el primer jet con paracaídas de serie.

CAPS cirrus

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Así es el avión que tiene un paracaídas

El CAPS es un sistema de seguridad que permite desplegar un paracaídas de gran tamaño desde la parte superior del fuselaje del avión, mediante un pequeño cohete propulsor. Su activación se realiza desde el interior de la cabina, tirando de una palanca en forma de T. Una vez desplegado, el paracaídas reduce drásticamente la velocidad de descenso y permite que toda la aeronave toque tierra de manera controlada.

Este sistema se encuentra presente en modelos como el SR20, SR22 y el Vision Jet. Para que funcione de manera segura, debe activarse a una altitud mínima de 600 pies (unos 180 metros), aunque su rango óptimo es entre 600 y 2.000 pies. Desde su implementación, se registraron más de 130 activaciones exitosas que evitaron tragedias en circunstancias críticas como pérdida de motor o mal clima.

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Una de las historias más conocidas es la de Greg Huntley, un piloto que, tras un fallo repentino del motor en pleno vuelo, activó el CAPS a 3.000 pies de altura. El avión descendió lentamente hasta aterrizar en un campo abierto, y Huntley resultó ileso. Desde entonces, el sistema es considerado uno de los elementos de seguridad más valorados en la aviación privada.

El Vision Jet elevó aún más el estándar de seguridad al sumar el sistema Safe Return, que permite al avión aterrizar de manera autónoma si el piloto sufre una incapacidad repentina. Al presionar un botón, la aeronave se encarga de comunicarse con las torres de control, trazar una ruta segura y completar el aterrizaje sin intervención del personal a bordo. Aunque el sistema no puede aplicarse a todos los tipos de aviones, sí marca un cambio de paradigma en el diseño y la seguridad aérea. Cirrus logró transformar una idea que parecía de ciencia ficción en una solución real, útil y probada, que ya salvó más de 250 vidas.