Una nueva modalidad de fraude digital preocupa a los consumidores. Se trata de páginas falsas que simulan ser de cadenas de supermercados y que, con supuestas promociones irresistibles, logran quedarse con datos bancarios de las víctimas. El esquema, aunque simple, ya provocó que miles de usuarios perdieran dinero en cuestión de minutos.
El método consiste en anuncios que aparecen en redes sociales, principalmente en Instagram, con ofertas llamativas de productos de consumo masivo. Al hacer clic, el usuario es redirigido a un sitio clonado que imita logos, colores y tipografía de las marcas originales. Este tipo de engaños aprovecha la confianza que generan las marcas conocidas y el apuro por no “perder” un descuento. Por eso, especialistas en ciberseguridad insisten en que la mejor defensa es aprender a identificar señales de alerta y evitar proporcionar información en páginas que no sean oficiales.
Así es la nueva estafa virtual que se hacen pasar por un supermercado
El mecanismo es directo y efectivo, ya que los delincuentes crean páginas falsas con direcciones casi idénticas a las originales, donde solo cambia un carácter o se agregan sufijos como “-arg” o extensiones poco comunes, por ejemplo “.online”.
Estas webs clonadas reproducen fielmente la identidad visual de las cadenas: colores, logos y tipografías se imitan al detalle. En esos lugares se anuncian supuestos descuentos en alimentos, bebidas y hasta electrodomésticos. Para acceder a las “promociones exclusivas”, el usuario debe rellenar un formulario con información personal y bancaria.
El problema es que esos datos no llegan al supermercado, sino a manos de los estafadores, que pueden usarlos para vaciar cuentas bancarias, realizar transferencias ilegítimas o efectuar compras con la identidad de la víctima.
Cómo evitar caer en estafas
Los expertos recomiendan prestar atención a pequeños detalles que pueden marcar la diferencia entre un sitio real y uno falso:
- Revisar con cuidado la URL.
- Detectar faltas de ortografía, errores de formato o secciones incompletas, que suelen ser señales de un fraude.
- Ingresar siempre la dirección oficial escribiéndola directamente en el navegador, en lugar de acceder desde enlaces en publicaciones o anuncios patrocinados.
- Confirmar que la web tenga certificados de seguridad visibles (candado en la barra de navegación).
En caso de haber compartido información personal o bancaria en un sitio sospechoso, es clave actuar rápido: comunicarse de inmediato con la entidad financiera para bloquear movimientos y realizar la denuncia correspondiente ante las autoridades.