Cientos de vecinos de la localidad bonaerense Ramos Mejía marcharon este lunes por el asesinato de Roberto Sabo, kiosquero de la zona, en un intento de robo. Si bien la intención era acercarse hasta la Comisaría 2°, la Policía lo impidió armando un cordón y se produjeron serios incidentes.
Los manifestantes, conmocionados aún con la muerte del comerciante, se enfrentaron con los efectivos intentando acercase hasta la puerta de la seccional policial: hubo gases lacrimógenos, botellazos y corridas que dejaron como saldo un policía herido.
Según el relato de los vecinos, el momento de mayor tensión se vivió cuando luego de que un uniformado le quitó una bandera a un grupo de personas presente en la marcha. Esto desató el enojo de los presentes y la reacción de los policías.
Pedro Sabo, padre del kiosquero asesinado, fue quien encabezó la movilización y no pudo ocultar su dolor. En diálogo con los medios presentes, apuntó contra el Gobierno y deseó que le den "perpetua" al principal acusado del homicidio, un joven de 29 años que fue detenido como autor del crímen.
El acusado de matar al kiosquero lloró y rogó que no le pidan perpetua
El acusado de asesinar de al menos seis disparos al kiosquero Roberto Sabo, durante un asalto cometido el domingo en Ramos Mejía, se negó a declarar ante el fiscal de la causa, lloró en la audiencia y rogó "por favor" que no le "pidan prisión perpetua", informaron fuentes judiciales.
Se trata de un joven de 29 años que estuvo casi seis años preso por robo y hurto y recuperó la libertad en agosto de 2020. Ahora se encuentra imputado por "homicidio agravado", delito que prevé la pena máxima.
"Por favor, no me pidan la prisión perpetua. Me quiero morir", fueron las palabras que utilizó el acusado, según una fuente de la investigación, en su indagatoria ante el fiscal Federico Medone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza.