Un kiosquero de 45 años fue asesinado de un balazo en la cabeza por dos delincuentes que quisieron asaltarlo en la localidad bonaerense de Ramos Mejía.
La víctima, Roberto Sabo, murió en el lugar luego de recibir seis disparos. Testigos precisaron que en su huida, los dos delincuentes chocaron contra un árbol e ingresaron a un supermercado para cambiar su vestimenta y así intentar eludir la búsqueda policial. Finalmente la Policía logró detener a los ladrones.
La causa quedó en manos del fiscal Federico Medone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial La Matanza. Tras el hecho, un grupo de vecinos se reunió en la puerta de la comisaría de Ramos Mejía para pedir justicia.