La NASA descubrió una roca en Marte con indicios de vida: es de hace millones de años

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio comunicó el descubrimiento de una piedra muy particular en Neretva Vallis gracias a una exploración del rover Perseverance.

El análisis de esta roca generó gran interés y expectativas en la comunidad científica, que continúa investigando para confirmar estas señales. El rover Perseverance la recolectó mientras exploraba el borde norte de Neretva Vallis, un antiguo valle fluvial de 400 metros de ancho. Las características observadas en la roca indican que, en su tiempo, la zona contenía agua corriente, lo que la convierte en un lugar ideal para buscar señales de vida antigua.

Roca Marte Cheyava Falls

Cómo fue el descubrimiento de la NASA en Marte sobre una roca con señales microscópicas de vida

El hallazgo de la roca “Cheyava Falls” en Marte, la cual mide 1 metro por 0,6 metros, fue catalogado como uno de los más importantes realizados por el rover Perseverance. Durante su examen, se descubrieron vetas blancas de sulfato de calcio y bandas de material rojizo, que sugieren la presencia de hematita. Estas características son indicativas de la posible interacción con agua en el pasado. Además, múltiples escaneos realizados por el instrumento SHERLOC del rover identificaron compuestos orgánicos en la roca, aunque estos pueden formarse tanto por procesos biológicos como no biológicos.

El equipo de Perseverance planteó un escenario en el que esta piedra podría haberse formado inicialmente como lodo con compuestos orgánicos que, con el tiempo, se cementaron en roca. Posteriormente, un segundo flujo de fluido habría penetrado las fisuras de la roca, depositando minerales y creando las vetas blancas visibles en estos momentos. Estas reacciones químicas pueden ser una fuente de energía para microbios, lo que explicaría la presencia de estas características en las rocas sedimentarias.

ROVER Perseverance Marte

Los análisis más detallados revelaron docenas de manchas blanquecinas rodeadas de material negro, similares a las manchas de un leopardo. El instrumento PIXL del rover determinó que estos halos negros contienen hierro y fosfato, lo que, en la Tierra, suele asociarse con el registro fosilizado de microbios en el subsuelo. Este tipo de reacciones pueden liberar hierro y fosfato, lo que posibilita la formación de estos halos y sugiere una fuente de energía para posibles microbios antiguos.

La agencia espacial estadounidense seleccionó cuidadosamente esta zona debido a su potencial para ofrecer muestras científicas interesantes. Nicola Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas en la NASA, destacó que este hallazgo en Neretva Vallis representa un logro en la búsqueda de señales de vida en Marte.

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