La masacre de Villa Crespo y la inquietante lista de casos de violencia intrafamiliar

La masacre de Villa Crespo tiene en vilo a la sociedad porteña. En el domicilio de la tragedia, Aguirre al 200 de ese barrio de Buenos Aires, siguen las guardias periodísticas y los vecinos no pueden salir de su asombro entre el dolor y la insistencia de los medios por conocer las circunstancias que rodeaban a la familia.

Según la hipótesis principal, en semiplena confirmación, en ese lugar se suicidó Laura Leguizamón luego de asesinar a su marido, Adrián Seltzer y a los hijos del matrimonio, Ian e Ivo.

La angustia y el impacto que el caso provoca en la sociedad están vinculadas a la sorpresa: los discursos habituales acerca de la familia trabajan sobre los ejes del amor y el cuidado. Sin embargo, según datos del Ministerio Público Tutelar, el 80% de los casos de maltrato y abuso hacia niñas, niños y adolescentes se llevan a cabo en contextos intrafamiliares o ámbitos de cercanía.

El dato macabro revelado este jueves indica que Laura había estado leyendo el libro Crímenes de familia, de la periodista Cynthia Ottaviano, que trabaja sobre siete casos que conmovieron a los argentinos, y con cada uno de ellos construye una pequeña e intensa novela familiar de final sangriento.

Mas allá de esa recopilación del espanto, en la historia existen numerosos casos de violencia intrafamiliar, algunos de los cuales también sacudieron en su momento a la opinión pública.

Viuda roja, parricidios y odontólogos

En julio de 1914, Frank Carlos Livingston, padre de seis hijos, fue encontrado con heridas mortales hechas con una lanza. Pese a que se confirmó que los autores del crimen fueron Giovanni Lauro y Lura Francisco Salvatto, la mente que estaba detrás de todo era otra. Carmen Guillot, esposa y madre de los hijos de Livingston había instigado y financiado el asesinato, según determinó la Justicia. La prensa la llamó "La viuda roja".

En este recorrido por casos famosos de violencia intrafamiliar, el apellido Schoklender tiene un lugar destacado: el 30 de mayo de 1981, policías de la comisaría 21a. descubrieron en el baúl de un Dodge Polara estacionado en Coronel Díaz y Pacheco de Melo los cuerpos del matrimonio compuesto por Mauricio Schoklender y Cristina Silva Romano. Sus hijos, Pablo Guillermo y Sergio Mauricio Schoklender que tenían entonces 23 y 20 años, golpearon con una barra de 20 kilos y luego ahorcaron a sus padres Los nombres de Sergio y Pablo volverían a aparecer una y otra vez en la historia argentina pero esos otros crímenes están fuera de este recorrido.

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Otro caso resonante es el del odontólogo Barreda: el 15 de noviembre de 1992 Gladys Mc Donald le dijo a Ricardo Barreda, su esposo: "Andá a limpiar la entrada que ése es trabajo de cagón". Todo indica que esa gota rebasó el vaso de la locura latente del hombre, quien tomó la escopeta y abrió fuego contra las cuatro mujeres que vivían con él en la casa de la calle 48, entre 11 y 12, de La Plata: su hija Adriana, de 24 años, su esposa, su suegra y su otra hija Cecilia de 26.

Y más recientemente, en diciembre de 2024, un jurado definió que Martín Del Rio era el culpable de los asesinatos de sus padres, José Enrique Del Rio y Mercedes Alonso, ocurridos el 24 de agosto de 2022. La fiscal Marcela Semeria fue contundente: “Hoy, más allá de cualquier duda razonable, la Fiscalía ha probado que el día 24 de agosto de 2022, entre las 17:30 a las 18: 30 horas, Del Rio, actuando sobre seguro, conforme había sido su plan, colocó en estado de indefensión de sus padres y con el uso de un arma de fuego de su familia efectuó tres disparos a su papá y un disparo a quien lo estaba mirando, a su mamá. Les quitó la vida. Todo para encubrir y no revelar las mentiras en torno al desmanejo del patrimonio familiar”.

De otras latitudes

En 2023 Netflix estrenó Curry y cianuro: el caso de Jolly Joseph, un inquietante documental sobre la vida de una mujer responsable de seis asesinatos en su familia. El caso difiere abiertamente del hecho que conmueve hoy a Buenos Aires Los asesinatos se extendieron a lo largo de varios años, en todos se usó cianuro y el móvil de la asesina estuvo vinculado a una trama de mentiras que deseaba ocultar y a la voluntad de progresar socialmente mediante un complejo sistema de casamientos y herencias.