El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, habló con C5N luego de la misa exequial que se realizó en la Catedral Metropolitana para despedir al papa Francisco. "Ahora nos toca a nosotros levantar sus banderas. Hay que seguir haciendo lío, como nos dijo", advirtió.
"Él hizo todo. Dio la vida. Fue en su momento una bocanada de aire puro y de aire nuevo para un mundo asfixiado por la guerra, por la violencia, por la discriminación. Y tanto dio esa bocanada que al final no le alcanzó el aire para seguir respirando. Así que ahora nos toca a nosotros levantar sus banderas", sostuvo García Cuerva en la puerta de la Catedral.
El arzobispo porteño definió al fallecido Papa como "un líder del mundo", "una voz profética frente a muchos silencios cómplices" y "un profeta de la misericordia y el perdón en un mundo muy violento". Además, se mostró satisfecho de haber podido reunir a movimientos sociales, gente de los barrios, las parroquias, autoridades religiosas y dirigentes de diferentes espacios políticos en la misa.
"Estábamos todos unidos y es el mejor homenaje que le podemos hacer a nuestro querido Francisco. Esos temas que él instaló, de la fraternidad universal, de poder construir un mundo más justo en la casa común, que es la tierra. A partir de ahora, cada uno tiene que ser un poquito Francisco. Y ojalá los argentinos podamos vivir esa tan ansiada unidad nacional y esa fraternidad", concluyó García Cuerva.