Fue uno de los mayores asesinos en serie de Brasil, decía tener un motivo noble y su final fue sorpresivo para todos

El caso reabre debates sobre violencia, justicia por mano propia y los límites del sistema penal, dejando una historia tan inquietante como difícil de olvidar.

  • Pedro Rodrigues Filho, apodado “Pedrinho Matador”, fue un asesino serial brasileño.
  • Se le atribuyen más de 70 homicidios cometidos entre los años 70 y 90, muchas de sus víctimas eran presuntos delincuentes o criminales, según su propio relato.
  • Pasó más de tres décadas en prisión, donde continuó cometiendo homicidios. Fue liberado en 2018 debido a los límites legales de condena en Brasil.
  • Su caso generó un fuerte debate social sobre justicia, violencia y fallas del sistema penitenciario.

Durante décadas, Brasil fue escenario de una de las historias criminales más perturbadoras de América Latina. Se trata del caso de Pedro Rodrigues Filho, conocido como “Pedrinho Matador”, un asesino en serie que llegó a ser señalado como uno de los más letales del país.

Su figura generó impacto no solo por la cantidad de crímenes que confesó, sino también por el argumento con el que intentó justificar sus actos: aseguraba matar únicamente a delincuentes y hacerlo por una causa “justa”. Así, su relato se construyó entre violencia extrema, cárcel y una fama que trascendió fronteras.

Cuál es la historia de Pedro Rodrigues Filho, el asesino en serie más grande de Brasil

Pedrinho Matador

El caso de Pedro Rodrigues Filho, conocido como “Pedrinho Matador”, es uno de los más singulares y controvertidos de la historia criminal de Brasil. Activo principalmente entre las décadas de 1970 y 1990, Rodrigues Filho fue señalado como autor de más de 70 homicidios, muchos de ellos cometidos contra presuntos delincuentes, narcotraficantes y violadores.

Su figura generó un fuerte impacto público por el modo en que él mismo se presentaba: no como un asesino común, sino como un “justiciero” que actuaba al margen de la ley en un contexto de violencia estructural y criminalidad extendida.

La trayectoria criminal de Pedrinho comenzó a muy temprana edad y se intensificó tras el asesinato de su padre, crimen que marcó su narrativa personal y que utilizó como justificación de sus actos posteriores. Fue detenido en varias oportunidades y pasó más de 30 años en prisión, tiempo durante el cual continuó matando a otros reclusos, lo que consolidó su reputación como un homicida extremadamente violento incluso bajo custodia estatal. A pesar de la magnitud de los crímenes atribuidos, la legislación brasileña limitó el tiempo máximo de encarcelamiento, lo que permitió su liberación en 2018.

El caso de Pedro Rodrigues Filho abrió un debate profundo sobre violencia, sistema penitenciario y justicia por mano propia. Su figura dividió a la opinión pública entre quienes lo consideraban un criminal implacable y quienes lo veían como un producto extremo de un entorno social degradado.

Tras recuperar la libertad, su nombre volvió a la agenda mediática hasta su muerte en 2023, dejando un legado tan perturbador como polémico en la historia criminal latinoamericana.