Germán Olivare, de 37 años, se negó a declarar tras ser detenido por el femicidio de su expareja y madre de su hija, Rocío González, una policía de 32 años que vivía en Bolívar y lo había denunciado por violencia de género en el mes de julio, por lo que tenía una orden de restricción.
El crimen ocurrió el viernes por la noche en la casa que González alquilaba en el barrio Villa Pompeya de esa localidad bonaerense. Olivare irrumpió en la vivienda mientras ella se duchaba para ir a trabajar y la asesinó de 24 puñaladas, la mayoría de ellas en el cuello y el tórax.
Un vecino que escuchó gritos y ruidos alertó a la Policía, que encontró a la mujer ya muerta y al hombre con lesiones superficiales que serían autoinfligidas. El agresor fue detenido y atendido en el hospital local antes de ser trasladado a otro centro médico en Azul, donde permanece internado con custodia policial.
"Que se haya negado a declarar significa que, a 48 horas del hecho, no tiene nada que decir en su defensa. La Fiscalía entiende que es imputable, que comprende la criminalidad del acto", explicó desde Bolívar el cronista Fernando Tocho en La Mañana por C5N.
Olivare fue a la casa de González mientras la hija de ambos, de 5 años, no se encontraba en el lugar. También llevó la navaja con la que la atacó y dejó su auto estacionado a unos 100 metros de distancia, por lo que las autoridades sospechan que el femicidio fue premeditado. Los vecinos incendiaron el vehículo en represalia.
La mujer se desempeñaba como administrativa en la Comisaría de la Mujer y la Familia. El 9 de julio pasado denunció a Olivare ante el Juzgado de Paz de Bolívar y pidió cautelares de prohibición de ingreso y acercamiento, perímetro de exclusión de 200 metros, prohibición de contacto mutuo y cese de los actos de molestias, perturbación y hostigamiento, las cuales estaban vigentes hasta el 10 de septiembre.