El sitio web oficial del Vaticano publicó el Evangelio para hoy, viernes 9 de agosto. La liturgia católica diaria ofrece una oportunidad para reflexionar sobre la palabra de Dios, y hoy no es la excepción. En la publicación, se destacan la lectura recomendada y el santo del día, invitando a los fieles a profundizar en su espiritualidad.
En su mensaje para hoy, el Papa Francisco se pregunta: "¿Qué quiere enseñarnos Jesús con esta parábola? Nos recuerda que debemos permanecer listos para el encuentro con Él. (…) La lámpara es el símbolo de la fe que ilumina nuestra vida, mientras que el aceite es el símbolo de la caridad que alimenta y hace fecunda y creíble la luz de la fe. La condición para estar listos para el encuentro con el Señor no es solo la fe, sino una vida cristiana rica en amor y caridad hacia el prójimo".
Y agrega: "Si nos dejamos guiar por aquello que nos parece más cómodo, por la búsqueda de nuestros intereses, nuestra vida se vuelve estéril, incapaz de dar vida a los otros y no acumulamos ninguna reserva de aceite para la lámpara de nuestra fe; y ésta —la fe— se apagará en el momento de la venida del Señor o incluso antes".
"Si en cambio estamos vigilantes y buscamos hacer el bien, con gestos de amor, de compartir, de servicio al prójimo en dificultades, podemos estar tranquilos mientras esperamos la llegada del novio: el Señor podrá venir en cualquier momento, y tampoco el sueño de la muerte nos asusta, porque tenemos la reserva de aceite, acumulada con las obras buenas de cada día. La fe inspira a la caridad y la caridad custodia a la fe", completa.
Evangelio
La liturgia católica diaria ofrece reflexiones y enseñanzas. Descubre cuál es la lectura recomendada y el santo del día, según la información proporcionada por el Vaticano.
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Primera lectura para hoy, 9 de agosto de 2024
Según el Vaticano, la lectura para hoy viernes 9 de agosto es la profecía de Oseas 2, 16b. 17de. 21-22.
Así dice el Señor:
"Yo me la llevaré al desierto, le hablaré al corazón. Y me responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que la saqué de Egipto. Me casaré contigo en matrimonio perpetuo, me casaré contigo en derecho y justicia, en misericordia y compasión, me casaré contigo en fidelidad, y te penetrarás del Señor".
Evangelio de hoy, viernes 9 de agosto de 2024
También publicaron la lectura del Santo Evangelio según San Mateo 25,1-13.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: - "Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz:
- ¡Que llega el esposo, salid a recibidlo!.
Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas". Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os compréis".
Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos". Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco". Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora".
santa teresa benedicta de la cruz
Santo de día: Teresa Benedicta de la Cruz
Hija menor de 11 hermanos de una familia judía de clase media trabajadora, Etith Stein hoy Santa Teresa Benedicta de la Cruz en el Santoral de la Iglesia Católica, nació 1891 en la ciudad alemana de Breslavia (hoy, la polaca Wroclaw), y como mucha gente de esa histórica ciudad europea, tenía influencias tanto polacas como alemanas.
Cuando Edith tenía solo 3 años murió su padre. Su madre, Augusta, se hizo cargo del aserradero que tenían y con el que la familia vivía de la venta de maderas. La madre era una judía practicante, de altísima fe, y se hizo cargo en esos años del manejo de la empresa y del cuidado de sus hijos con una extrema disciplina. Disciplina que fecundaría en la más chica de sus hijas.
La futura Santa Teresa se fue a estudiar la carrera de Filosofía en la Universidad de Gotinga, en la ciudad alemana del mismo nombre. Y fue la primera mujer que presentó una tesis doctoral en una universidad de Filosofía alemana. Su enorme talento le permitió ser colaboradora del filósofo y matemático alemán Edmund Gustav Albrecht Husserl, fundador de la fenomenología trascendental y, a través de ella, del movimiento fenomenológico, uno movimiento filosófico de gran trascendencia.
Mientras daba conferencias por ciudades alemanas, además de clases y desarrollaba una teología de la mujer, Edith Stern comenzó a sus 30 años (1921) una conversión del judaísmo al catolicismo. Había estudiado los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola; se había especializado en la Escuela del Cristianismo de Kierkeggard; y se había abrazado a las Confesiones de San Agustín, antes de ingresar al Convento de las Carmelitas Descalzas de la ciudad alemana de Colonia con el nombre religioso de Teresa Benedicta de la Cruz.
Santa Teresa Benedicta de la Cruz, en la Primera Guerra Mundial de 1914, ya había postergado sus estudios de filosofía para enrolarse en Cruz Roja como enfermera y partir hacia hospitales de Austria a asistir a los enfermos de la guerra.
Pero con la llegada de Hitler al poder, pronto se encontraría con que las mujeres de origen judío, ya a mediados de los años 30, no podían hablar públicamente y se les prohibía publicar escritos. La monja siguió trabajando en un largo proceso de análisis que terminaron siendo su obra más aclamada a lo largo de la historia: Ser finito y ser eterno, se llamó ese trabajo que terminó cerca de 1939, cuando Hitler invadía Polonia y desataba la Segunda Guerra Mundial.
Sus sacerdotes superiores de la Orden Carmelita la trasladaron a un convento de los Países Bajos, pensando en que Hitler no iría contra esa región. Pero todo cayó en manos del nazismo y no había lugar en Europa donde uno no corriera grave peligro por ser judío.
Santa Teresa Benedicta de la Cruz fue detenida junto a su hermana Rosa el 2 de agosto de 1942. Siete días después, ya en el terrible campo de concentración de Auschwitz, fue ubicada en la barraca 36 y marcada en la piel con el número 44 074. Y ese mismo 9 de agosto de 1942 la llevaron junto a otras presas a las duchas donde fue asesinada con ácido cianhídrico.
Si bien hay muchos escritos publicados sobre el nivel filosófica de Edith Stern concordando que a los 51 años (cuando fue asesinada) todavía le quedaba por darle al mundo gran parte de su obra, fue el Papa Juan Pablo II quien puso en su lugar a esa joven judía-católica carmelita, en toda su dimensión.
El Papa polaco la beatificó en 1987 y la nombró Santa de la Iglesia Católica el 11 de octubre de 1998. Y un año después, en una decisión de enorme trascendencia, el Papa Juan Pablo II nombró a Santa Teresa Benedicta de la Cruz copatrona de Europa junto con Brígida de Suecia y Catalina de Siena, sumándose a los históricos copatronos Benito de Nursia, Cirilo y Metodio.