Dentro del cristianismo y el catolicismo, la celebración de la misa es un momento de suma importancia, donde la persona se encuentra con Jesús al comulgar, practica la introspección y escucha las lecturas y el Evangelio del día. Eso mismo puede realizarse en la intimidad del hogar, y por eso el sitio web del Vaticano todos los días publica los textos recomendados. A continuación los de hoy, miércoles 6 de noviembre.
También de forma diaria dan a conocer el santoral del día, que en este caso es San Severo de Barcelona, obispo por el año 300. Se le conoce como un pastor ejemplar y completamente entregado a la fe, muy distinguido por su vocación y amor por la religión.
Además, en cada publicación, se expresan palabras de reflexión del Papa Francisco:"... ¿De qué sirve declarar la guerra, tantas guerras, si tú no eres capaz de declarar esta guerra profunda contra el mal? No sirve para nada. No funciona... (…) Estos son los enemigos que hay que combatir, unidos y con coherencia, no siguiendo otros intereses si no son los de la paz y del bien común..."
Evangelio del día 1
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Primera lectura para hoy, 6 de noviembre de 2024
El sitio web del Vaticano publicó la Lectura recomendada para hoy, que es la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses Flp 2, 12-18.
Queridos hermanos míos: Así como siempre me han obedecido cuando he estado presente entre ustedes, con mayor razón obedézcanme ahora que estoy ausente. Sigan trabajando por su salvación con humildad y temor de Dios, pues él es quien les da energía interior para que puedan querer y actuar conforme a su voluntad.
Háganlo todo sin quejas ni discusiones, para que sean ustedes hijos de Dios, irreprochables, sencillos y sin mancha, en medio de los hombres malos y perversos de este tiempo. Entre ellos brillarán como antorchas en el mundo, al presentarles las palabras de la vida. Así, el día de la venida de Cristo, yo me sentiré orgulloso al comprobar que mis esfuerzos y trabajos no han sido inútiles. Y aunque yo tuviera que derramar mi sangre para que ustedes siguieran ofreciendo a Dios la ofrenda sagrada de su vida de fe, me sentiría feliz y me regocijaría con todos ustedes. Y ustedes, por su parte, alégrense y regocíjense conmigo.
Evangelio de hoy, miércoles 6 de noviembre de 2024
También se publicó la lectura recomendada del santo evangelio según san Lucas, Lc 14, 25-33.
En aquel tiempo, caminaba con Jesús una gran muchedumbre y él, volviéndose a sus discípulos, les dijo:
“Si alguno quiere seguirme y no me prefiere a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, más aún, a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.
Porque, ¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se pone primero a calcular el costo, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que, después de haber echado los cimientos, no pueda acabarla y todos los que se enteren comiencen a burlarse de él, diciendo: ‘Este hombre comenzó a construir y no pudo terminar’.
¿O qué rey que va a combatir a otro rey, no se pone primero a considerar si será capaz de salir con diez mil soldados al encuentro del que viene contra él con veinte mil? Porque si no, cuando el otro esté aún lejos, le enviará una embajada para proponerle las condiciones de paz.
Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo”.
Santo del día: San Severo de Barcelona
La tradición dice que San Severo era tejedor, y tenía el taller donde actualmente se encuentra la parroquia de San Severo. Siendo santo Severo obispo, llegó la orden de Roma de combatir a los cristianos con furia, y él tenía que presentarse para ser sacrificado. El santo y otros compañeros no sabían qué hacer, si obedecer las órdenes y ofrecer sus cuerpos al sacrificio para dar ejemplo a otros cristianos, o huir para intentar darles protección y ayuda en lo que pudieran. Y decidieron lo último.
Huyó hacia Sant Cugat del Vallès. Por el camino se encontró a San Medir, que estaba sembrando habas, que al ver el prelado barcelonés le pidió bendición. Este se la dio, y obró un milagro haciendo que las habas que sembraba florecieran y germinaran en pocas horas. Cuando las tropas romanas pasaron por allí, el agricultor ya estaba recogiendo los frutos.
Al preguntarle si había visto pasar a San Severo, dijo que sí, justo cuando sembraba las habas que ahora recogía. Los romanos pensaron que se estaba burlando de ellos, y lo mataron. Finalmente encontraron en San Severo. Fue encarcelado y se le pidió la renuncia al cristianismo para abrazarse al culto pagano. Se negó rotundamente y fue sacrificado.