Eran las 16.29 del lunes 28 de septiembre de 2020 cuando el oficial Juan Pablo Roldan llegó hasta la esquina frente al museo Malba de Palermo junto a un compañero. Seguían a un hombre que había insultado a efectivos de la policía montada ubicada a unos 350 metros. La escena parecía sencilla de resolver: el hombre, con aparentes problemas psíquicos, hablaba solo frente a los clientes de un restaurante.
Era Rodrigo Roza, un paciente esquizofrénico paranoide de 51 años que, al ver llegar a los policías cambió su actitud: abrió su mochila, extrajo una cuchilla de gran tamaño y amenazó: “A quien me llevo primero”. Rápidamente la escena se volvió dramática: frenético, caminó hacia los policías que retrocedían apuntándolos con la cuchilla.
En ese retroceso Roldan, de 34 años y padre de un nene de 4, se topó con una moto quedando demasiado cerca del agresor que automáticamente lo eligió como objetivo. Fuera de sí, Roza le asestó tres puñaladas mientras la víctima extraía su arma para repeler el ataque.
Sería tarde: en ese momento recibió una puñalada en el corazón. Aún así llegó a disparar contra el agresor hiriéndolo en el abdomen y una pierna. intentando causarle el menor daño posible. Ese intercambio se llevaría la vida de ambos. Roldan murió casi en el acto mientras que su asesino agonizó algunas horas.
Sin posibilidad de juzgar a Roza, la justicia comenzó a evaluar el rol de su atención psiquiátrica y así llegó al médico Jorge Monforte. Atendía a Roza desde 2014 cuando le diagnosticó un trastorno esquizofrénico de tipo paranoide continuo, con una incapacidad psíquica permanente de más del 90%. Durante 6 años logró estabilizarlo, pero con la llegada de la pandemia la atención médica se discontinuó y la condición del paciente empeoró.
Diez días antes del crimen, los hermanos de Roza estaban asustados. Es que había dejado de tomar la medicación y su condiciones empeoró sensiblemente. Y 24 hs antes del crimen, el domingo, los desvaríos violentos del paciente se volvieron más intensos. Pocas horas después, solo habría muerte.
Monforte fue juzgado por abandono de persona seguido de muerte por su paciente y por homicidio culposo en el caso de Roldan. Para el fiscal, la deficiencia en la atención fue crucial en el crimen y es por eso que pidió 3 años de prisión.
Pero el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 28 porteño conformado por los jueces Carlos Chediek, Carlos Rengel Mirat y Federico Salvaj absolvió al psiquiatra.
"Mi hijo tiene siete años, lo voy a tener que mirar a la cara y decirle que no pude encontrar justicia por la muerte de su padre", expresó con dolor Carolina, viuda del policía, después de la resolución del tribunal.