Con el inicio de la temporada de verano, las rutas que conectan la Ciudad de Buenos Aires con la Costa Atlántica se cargan de vehículos y con ello aumentan los controles a lo largo de los más de 400 kilómetros que hay desde la autopista Buenos Aires-La Plata y los principales destinos turísticos como Pinamar, Villa Gesell y Mar del Plata.
En todo el corredor vial, según informó el gobernador de la provincia, Axel Kicillof, se destinarán 17 mil policías -como parte del "Operativo Sol a Sol"- y se reforzará la fiscalización en las rutas 2, 11, 63 y 74, donde hay 62 radares y cámaras de fotomulta y las velocidades máximas van de 60 a 130 km/h.
Los aparatos se encuentran en los tramos donde se han producido una mayor cantidad de siniestros históricamente y donde el Observatorio Vial de la provincia de Buenos Aires consideró que es necesario bajar la velocidad. Los equipos no están escondidos, sino que están señalizados 500 metros antes para que los conductores bajen la velocidad.
Incluso, en los autos que tienen GPS y en los sistemas satelitales o las aplicaciones que tienen algunos celulares inteligentes (smartphones) las cámaras y los radares aparecen indicados de manera visible en el lugar exacto en el que se encuentran.