Los comedores sociales en Argentina sufren una problemática que está a la vista por la situación económica del país. Pero a eso se le suma la retención de mercadería que debe entregar el Estado para ayudar a estos merenderos. Gabriela y Olga revelaron que tuvieron que achicar su servicio por falta de recursos.
“Recibimos 100 chicos sin ayuda del estado. Cuando llegó la época de Milei no se entregó nada de nada. En Capital Humano hacemos la ronda para que nos escuchen, pero no tuvimos respuesta”, indicaron las referentas de Mini Casa.
Una de las claves para poder continuar ayudando es más ayuda: “Las familias llegan mal a los merenderos y por suerte tenemos una huerta comunitaria. Para cocinar nos donan los vecinos o almaceneros y así vamos cocinando, si no hay donación, no tenemos para darles de comer”, explicaron.
Explicaron que antes “teníamos cinco veces por semana, luego fue 3 veces por semana y ahora, con este gobierno, una vez por semana. La gente recorre la zona para ver qué merendero está de turno”.
“No es lindo recibir gente fuerte para trabajar”, analizaron en una entrevista junto con Julio Lamas y Adrián Salonia en C5N.
También contaron que no solo reciben niños y niñas, sino que también gente mayor: “Recibimos jubilados y están en una mala situación, a veces piden medicamentos porque no les alcanza. O comen o compran la medicación”.
“Nosotros no tenemos leche, ahora los comerciantes nos donan yerba y hacemos matecocido. Vendemos verduras en la feria para poder comprar azúcar”, expresaron. Por su parte, aclararon que ropa también es necesario dar porque la venden para comprar leche y otro alimentos.