Un entrenamiento rutinario terminó causando a Xavier Saviane, de 20 años, un intenso dolor de espalda que inicialmente fue atribuido a una contractura.
Con el paso de las semanas, la molestia empeoró hasta el punto de dificultarle caminar y ningún especialista lograba identificar la causa.
Los estudios finalmente revelaron que padecía un linfoma, un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático y es difícil de detectar al comienzo.
Tras una cirugía de emergencia para estabilizar la zona, Xavier deberá realizar un tratamiento de quimioterapia durante cinco meses y medio.
El dolor de espalda es una de las molestias más comunes y suele relacionarse con esfuerzos físicos, posturas incorrectas o entrenamientos intensos. Por eso, no es extraño que muchas personas subestimen estos síntomas y continúen con su rutina sin mayores inquietudes. Sin embargo, una consulta a tiempo puede marcar una diferencia determinante en la salud y en la calidad de vida.
En esta historia, un chico decidió consultar a un especialista luego de semanas de molestias que atribuía a su actividad física habitual. Creyó que se trataba simplemente de una sobrecarga muscular, pero una serie de estudios comenzó a abrir interrogantes que no estaban en su radar. Lo que parecía un cuadro cotidiano tomó un giro inesperado en el consultorio.
Qué le reveló el médico al hombre que tenía un dolor de espalda constante
-Xavier Saviane
Xavier Saviane, un joven australiano de 20 años, nunca imaginó que una rutina habitual en el gimnasio modificaría su vida de manera drástica. Jugador de fútbol semiprofesional y estudiante universitario, sufrió un fuerte golpe en la espalda al aterrizar tras realizar un salto en caja.
En un principio, fisioterapeutas y quiroprácticos le aseguraron que se trataba de una simple contractura muscular y le recomendaron descansar, aunque el dolor continuó intensificándose. Pasado un mes, a Xavier le resultaba casi imposible caminar.
Su recorrido por distintos especialistas no arrojaba respuestas claras, hasta que finalmente los estudios médicos revelaron un diagnóstico preocupante: un linfoma, un tipo de cáncer en la sangre que suele pasar desapercibido en sus primeras etapas. El linfoma afecta al sistema linfático, una parte fundamental del sistema inmunológico, y se desarrolla cuando sus células comienzan a multiplicarse de forma descontrolada.
Tras conocer el diagnóstico, Xavier tuvo que someterse a una operación de urgencia en la que los médicos colocaron una estructura con tornillos para estabilizar la zona comprometida. A esto se suma que deberá afrontar un tratamiento de quimioterapia durante los próximos cinco meses y medio.
Situaciones como esta ponen en evidencia la necesidad de escuchar el cuerpo y reconocer cuando una molestia deja de ser “normal”.