La próxima expedición a la Luna de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) contará con una presencia inédita para la ciencia y la tecnología espacial de Argentina. Por primera vez, un satélite desarrollado en el país integrará el equipamiento de una misión tripulada que orbitará ese cuerpo celeste. Se trata de ATENEA, un microsatélite de desarrollo conjunto entre la Facultad de Ingeniería de la UBA y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). Su participación en Artemis II, prevista para abril de 2026, marca un antes y un después para la investigación aeroespacial local.
La inclusión de este satélite en la misión fue posible tras la incorporación formal de Argentina al programa Artemis, firmada en 2023 durante una visita oficial del administrador de la agencia espacial estadounidense al país. Este acontecimiento permitió que proyectos científicos nacionales fueran evaluados para misiones futuras.
Así, ATENEA fue elegido por su potencial tecnológico y su enfoque experimental, orientado a validar tecnologías que podrían usarse en vuelos más complejos. La NASA prevé que este CubeSat viaje junto a cuatro astronautas en un recorrido de diez días alrededor del satélite natural.
Qué satélite argentino estará en la misión Artemis II de la NASA
El microsatélite ATENEA, de clase CubeSat 12U, tiene un tamaño aproximado de 30 x 20 x 20 centímetros y fue concebido para realizar tareas de ensayo y validación tecnológica en el entorno espacial profundo. Aunque no descenderá sobre la superficie lunar, será desplegado en órbita antes de que la nave tripulada realice el sobrevuelo.
Su propósito es evaluar tecnologías de bajo costo y alto rendimiento que podrían aplicarse en futuras misiones. El proyecto es liderado por la CONAE, con participación activa de la FIUBA y otras instituciones académicas argentinas.
Entre sus principales funciones, ATENEA medirá niveles de radiación en distintas alturas, lo que permitirá analizar posibles protecciones y componentes de uso comercial. También pondrá a prueba fotomultiplicadores de silicio, que son sensores ópticos con aplicaciones en telecomunicaciones y otros dispositivos electrónicos. Otra tarea clave será recolectar datos GPS desde altitudes superiores a las de las constelaciones satelitales actuales, para mejorar maniobras en órbitas geoestacionarias. Además, se evaluarán enlaces de comunicación de largo alcance, fundamentales para futuras misiones al espacio profundo.
Atena Artemis
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Uno de los principales objetivos de la misión es aumentar el Nivel de Madurez Tecnológica (TRL) de los subsistemas desarrollados en el país. Esta validación internacional abre la puerta a que se los considere en exploraciones más ambiciosas. La selección del satélite por parte de la NASA fue posible tras el ingreso de Argentina como el país número 28 en firmar el programa Artemis, lo cual ocurrió en el aniversario número 34 de la CONAE. A partir de ese acuerdo, se invitó a distintos países a proponer proyectos de CubeSats para integrar futuras misiones.
Desde la Facultad de Ingeniería de la UBA se destacó especialmente el trabajo conjunto entre los Departamentos de Electrónica, Física y Mecánica, así como el esfuerzo de investigadores, docentes y estudiantes. El decano Alejandro Martínez mencionó que esta colaboración representa la consolidación de años de experiencia en el desarrollo de satélites. Además, valoró la creación de nuevas carreras de especialización en conjunto con CONAE e INVAP, orientadas a formar profesionales en la industria aeroespacial. La inclusión de ATENEA en Artemis II coloca a Argentina en un lugar destacado dentro de la cooperación internacional liderada por la NASA.