Cocineras comunitarias y una ley que busca visibilizar el trabajo con un salario digno

Más de 10 millones de personas se alimentan en comedores y merenderos, pero las cocineras que trabajan en ellos no tienen ningún tipo de derecho laboral, es por eso que desde la Garganta Poderosa juntan firmas para impulsar un proyecto.

En el Día de la Mujer Trabajadora, las cocineras comunitarias salieron a la calle, como todos los días, pero precisamente para visibilizar la lucha de miles de mujeres que trabajan en los comedores y merenderos de los barrios populares. Desde la Garganta Poderosa juntan firmas para poder presentar la Ley de reconocimiento salarial para las cocineras comunitarias. ¿De qué se trata?

Los roles de la cocina, limpieza y cuidado de niños, niñas y adolescentes son históricamente vinculados a las mujeres, no solo en los hogares, sino en distintos tipos de comunidades donde abunda la pobreza. Ese trabajo que se realiza a diario no tiene ningún tipo de derecho garantizado.

Es por eso que comenzó la junta de firmas para poder presentar esta ley en el Congreso de la Nación con el fin de que se pueda a llegar a lograr un salario digno. Este trabajo se viene realizando desde hace años y, con la llegada de la pandemia, se reconoció socialmente, pero con eso solo no alcanza.

Trabajan aproximadamente de 8 a 10 horas de lunes a sábados, a veces también domingos. En muchos casos, sin los insumos ni las herramientas que corresponden y, como bien, explican las trabajadoras “con lo que hay”. Muchas veces inventan platos de comida con las pocas cosas que tienen a su alcance.

Carpa La Garganta Poderosa

“Mayormente, las personas que vienen a nuestros espacios alimentarios son niñeces o ancianos. No es solamente garantizar la olla, sino que es hacer un acompañamiento de cuerpo a cuerpo que en pandemia subió mucho porque las cocineras comunitarias también eran las promotoras de género”, expresó Johana Ibarrola, referente de la Villa 31, desde la carpa de La Garganta Poderosa frente al Congreso.

También precisó datos específicos y contó que dentro del Ministerio de Desarrollo de la Nación está el RENACOM que es el Registro Nacional de Comedores y Merenderos Comunitarios, hay oficialmente registros 5.000 comedores en los barrios populares a nivel nacional, pero hay muchos que no están incluidos.

“Las familias abren la puerta de sus casas, hacen ollas autogestivas y garantizan desayuno, almuerzo, merienda y cena a lo largo y ancho del país”, explicó. Hay 16 millones de personas en la línea de pobreza y agregó que “10 millones reciben asistencia alimentaria y esas personas van a nuestros espacios alimentarios”.

Más del 80% de personas que garantizan comida en los barrios son mujeres y sus disidencias. Por eso este reclamo intentará escalar de las calles hacia los votos y, desde ahí, poder lograrlo para todo el país porque, por más que sea una organización quien impulsa, será para todas.

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