Amalia Granata y Leonardo Squarzon decidieron tomarse unos días de vacaciones en medio del escándalo por el escrache que sufrió el empresario luego de que se dieran a conocer polémicos chats que confirmaban su engaño a la panelista, quien transita el sexto mes de embarazo.
El pasado sábado, la pareja fue por primera vez a hablar de lo sucedido en el programa de Susana Giménez y generó polémica en las redes luego de que la cámara mostrara a Squarzon riéndose mientras Granata contaba los pormenores del escándalo.
"Me descompuse después de ir al programa de Susana Giménez porque fue como mucho estrés que pasé durante toda la semana y aparecer en un vivo y contar lo que duele, llegamos a casa y me descompuse. Ahí decidimos que nos teníamos que ir", indicó Granata en diálogo con Polino Auténtico.
Y defendió al empresario, quien no está acostumbrado a la exposición mediática: "Fue tanto y se dicen tantas mentiras y estar hablando de tu familia... Yo tengo una mamá y una hermana, y una hija. Yo puedo estar medio curtida del medio y entiendo el juego pero Leo también tiene familia y amigos a ellos les duele esto".
Por su parte, Squarzón habló por segunda vez (ya lo había hecho para la tapa de una revista): "Amalia está bien, está contenida. La estamos cuidando y mimando fuera de todo el ruido que se generó. (Lo que pasó) lo charlamos siempre pero con ella tengo una relación muy limpia y no es que nos estamos ocultando cosas. Creo que hoy estamos juntos porque le supe dar todas las explicaciones y se las sigo dando".
Y reiteró con respecto a su infidelidad: "Cuando uno está más en falta, tiene que asumir la situación y ser -aunque no lo haya hecho antes- un hombre y decir me pasó esto y esto. La charla diaria es muy limpia más allá de que le jugué feo".