Cuando el viernes por la noche el ministro de Economía, Luis Caputo anunció que el gobierno retira el paquete fiscal de la Ley Ómnibus, hizo mucho más que comunicar una medida para facilitar su aprobación: el funcionario estrella de Javier Milei asumió una derrota política.
No pasó poco esta semana. Se denunciaron irregularidades, cambios de texto en el dictamen, reuniones espurias en ámbitos inapropiados para la tarea legislativa, presiones y amenazas a gobernadores... Y además, una masiva marcha en contra del DNU y el proyecto "Bases". En este contexto y después de casi un mes de insistir en diálogos que en su mayoría quedaron truncos, Milei y sus espadas en el Congreso asumieron que no tienen los votos y que es mejor retirar un capítulo conflictivo antes de sufrir una derrota aún peor el martes en el pleno de la Cámara.
El almuerzo que mantuvieron Karina Milei, el presidente de la Cámara, Martín Menem, y su primo, el operador libertario Eduardo "Lule" Menem, terminó por sincerar el viernes las chances del oficialismo. Es que tanto los diputados de provincias como los propios gobernadores resistieron con fuerza los artículos que buscaban aumentar retenciones y el que licuaba el salario de los jubilados a partir de una fórmula de actualización nunca precisada del todo. Hasta los más propensos al diálogo entendieron que estos capítulos, junto con el blanqueo y la facultad de tomar deuda sin pasar por el Congreso, eran imposibles de votar. Solo los diputados del PRO anunciaron que acompañarán casi a libro cerrado el mega proyecto como su jefe político, el expresidente Mauricio Macri les ordenó.
Como decíamos, las circunstancias alrededor de la firma del dictamen del oficialismo no estuvo exenta de escándalo, con diputados denunciando cambios en el texto que habían acordado firmar y la confección de un “dictamen blue”, acordada en un departamento privado de Recoleta con la presencia del ministro sin cartera, Federico Sturzenegger. Por este último episodio ya hay una denuncia penal que busca dilucidar si efectivamente existieron negociaciones incompatibles con la tarea legislativa.
Luis Caputo
Caputo hizo el anuncio en conferencia de prensa de la Casa Rosada.
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La mención a la Ley Banelco esta semana no pareció exagerada a la luz de estos hechos, pero con una salvedad. La ley de flexibilización que a principios de siglo quería aprobar la Alianza se circunscribía solo a lo laboral El mega proyecto de Milei, Sturzenegger y Caputo busca flexibilizar y desregular casi todas las actividades de la Argentina, siempre en desmedro de los más débiles.
La inmensa marcha del 24 al Congreso, con el paro organizado por las centrales obreras, y una réplica muy contundente en distintas ciudades de nuestro país, pareció dar cuenta de esto. Del rechazo de trabajadores, sectores de la cultura, organizaciones sociales y hasta organizaciones empresarias pymes tanto al DNU como a la mega ley que se debate en Diputados.
Más allá de que el gobierno intentó minimizarla, hablando de bajo acatamiento al paro y una movilización de 40 mil personas al Congreso (cuando la evidencia demostró que probablemente haya sido el cuádruple de ese número), la influencia política de semejante movilización no puede ser soslayada. Con todo, parece haber sido la propia impericia e intransigencia del oficialismo la que impide avanzar un proyecto de una ambición que no puede ser exagerada.
No son pocos los observadores de la política que dicen que esta semana terminó la primera etapa del gobierno, la de las pretensiones refundacionales de la Patria, sin tener el músculo político para encararla. No parece casualidad que un experimentado Miguel Ángel Pichetto haya concluido que si la administración Milei no avanza en un gobierno de coalición, no podrá sostenerse cuatro años así. El comentario, que es un llamado al diálogo político, va bastante más allá. Pichetto, como Mauricio Macri, entienden que Milei necesitará de su auxilio más temprano que tarde y aspiran a cogobernar en breve. ¿Podrán hacerlo con un dirigente con poca experiencia en la negociación política y con un temperamento volcánico que lo lleva a generar situaciones de conflicto aún en las situaciones más insólitas?
Embed - El GOBIERNO confirmó la RENUNCIA de GUILLERMO FERRARO
El despido del ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, es una buena muestra de eso. Filtrado en la prensa un supuesto comentario de Milei, que en reunión de Gabinete habría amenazado con “fundir” a las provincias si no acompañan su propuesta, Ferraro fue despedido como si fuera el responsable de que se conociera. El comentario nunca fue desmentido, algo necesario en el mismo momento en el que se negociaba justamente con los gobernadores.
La amenaza continúa latente después del anuncio de Caputo, porque el propio ministro reiteró lo que ya había dicho en X: que el objetivo de déficit cero implicará que lo que pensaba generarse con el paquete fiscal, se generará a partir de un ajuste más duro. Es nunca una buena noticia.