Islas Malvinas: qué significa el fin del pacto Foradori-Duncan para Argentina

El canciller Santiago Cafiero anunció la cancelación del acuerdo firmado en 2016 durante la administración macrista y propuso una nueva reunión en la sede de la ONU para retomar las negociaciones por la soberanía.

El canciller Santiago Cafiero anunció el fin del Pacto Foradori-Duncan, firmado en 2016 durante la administración macrista, y propuso una nueva reunión en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, para retomar las negociaciones de la soberanía de las Islas Malvinas. Esto supone un reinicio en el reclamo argentino por el territorio y pone fin a un acuerdo explícitamente favorable a Reino Unido, que en la práctica ya no se cumplía desde 2019.

El pacto incluía una ruta aérea entre San Pablo (Brasil), Córdoba y Puerto Argentino. Cuando Felipe Solá asumió como canciller, el Gobierno exigió que los vuelos fueran operados por Aerolíneas Argentinas, a lo que los británicos se negaron. Por lo tanto, la ruta quedó cancelada.



En materia de pesca, el Ministerio de Relaciones Exteriores ya había frenado las reuniones de intercambio de información sobre recursos ictícolas incluidas en el pacto, ya que Reino Unido siguió renovando unilateralmente licencias de pesca, pese a que se trata de aguas en conflicto.

Además, en cuanto a los recursos petrolíferos, el acuerdo favorecía a los británicos y les entregaba la explotación económica de las Islas. "Se acordó adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos", explicitaba el pacto.

En respuesta, el gobierno de Alberto Fernández había implementado sanciones administrativas contra las petroleras que explotaban el territorio malvinense.

Con la cancelación del acuerdo, pese a que no se encontraba vigente en la práctica, Argentina pone fin a un pacto leonino firmado en situaciones poco claras, por las que el exvicecanciller Carlos Foradori y el expresidente Mauricio Macri fueron acusado de traición a la patria. Ahora, el Gobierno busca reiniciar las negociaciones por la soberanía en los términos de la Resolución 2065 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

https://twitter.com/SantiagoCafiero/status/1631232900548132866

Malvinas: qué decía el pacto Foradori-Duncan cancelado por Cancillería

Durante una reunión de cancilleres de los países que integran el G-20 que se desarrolló en Nueva Delhi, India, Cafiero le comunicó a su par británico, James Cleverly, la decisión argentina de cancelar este acuerdo suscrito en 2016 por el Gobierno de Mauricio Macri en la embajada británica en Buenos Aires, y además propuso que ambos países mantengan una reunión en la sede de la ONU, en Nueva York, para "reiniciar la discusión por la soberanía" de las islas del Atlántico Sur que el Reino Unido usurpa desde 1833.

Este pacto fue "uno de los hechos más lesivos para el histórico reclamo por el ejercicio de soberanía sobre las islas Malvinas", describió Cancillería sobre el acuerdo firmado por el entonces vicecanciller argentino Carlos Foradori y el ministro de Estado para Europa y las Américas del Reino Unido Alan Duncan.

Por medio del acuerdo se le intentó garantizar al Reino Unido "la remoción de todos los obstáculos para el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las islas, desarmando una estrategia que se había impulsado poner límites a la ocupación ilegal y a la expoliación de los recursos naturales del archipiélago", recordó la cartera que conduce Cafiero.

Y añadió: "Ese documento realizaba concesiones a los intereses británicos en la región y retrocedía notablemente en el justo reclamo por soberanía, incluso se lo hizo trascender como 'comunicado conjunto' para evitar cumplir con la obligación constitucional de someter a la aprobación del Congreso Nacional los acuerdos internacionales que suscribe el Poder Ejecutivo".

Se trata, por lo tanto, de un acto que tiene "características manifiestamente ilegítimas y agraviantes para los intereses nacionales", remarcó.

La declaración adoptaba las dos principales demandas británicas que la entonces primera ministra británica, Theresa May, le había realizado al presidente Macri en una carta que le había enviado breve tiempo atrás: "Remoción de obstáculos para explotación de recursos y vuelos al continente".

En términos de recursos naturales, el comunicado expresaba que se había acordado "remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas".

En cuanto a los vuelos, el comunicado consignaba que las partes habían "acordado que serían establecidas conexiones aéreas adicionales entre las Islas Malvinas y terceros países".

Este era algo que contradecía la postura de la Argentina, que siempre promovió un segundo vuelo desde territorio continental mediante la aerolínea de bandera, Aerolíneas Argentinas.

El acuerdo suponía también "el levantamiento de todas las medidas administrativas, legislativas y judiciales que había tomado la República Argentina para proteger sus recursos naturales frente a la explotación ilegal de la pesca e hidrocarburos".

"Por el contrario, ninguno de los históricos reclamos argentinos estuvo presente en el texto. No hace mención a la disputa de soberanía, a la Resolución 2065 (XX), a la violación de la Resolución 31/49 que prohíbe acciones unilaterales y que el Reino Unido está llevando adelante en el área", se reseñó desde el Palacio San Martín.

"Tampoco menciona la base militar que existe en la zona de paz y cooperación del Atlántico Sur. En realidad, el único obstáculo para el desarrollo económico de las Malvinas es, justamente, la persistencia de la disputa de soberanía que el Reino Unido se niega a negociar", se puntualizó desde Cancillería.

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