A dos años del inicio del gobierno de Javier Milei, Franco Torchia realizó en Televisión Registrada un análisis crítico centrado en el cambio cultural marcado por la consolidación de una lógica individualista que atraviesa a la sociedad argentina.
En TVR, el periodista analizó los dos años de gestión de Javier Milei y advirtió sobre la inflación como único argumento político, el avance del individualismo y una sociedad cada vez más indiferente al destino colectivo.
A dos años del inicio del gobierno de Javier Milei, Franco Torchia realizó en Televisión Registrada un análisis crítico centrado en el cambio cultural marcado por la consolidación de una lógica individualista que atraviesa a la sociedad argentina.
Torchia sostuvo que la inflación descontrolada del final del gobierno de Alberto Fernández produjo un efecto de “obnubilación” social. En ese contexto, la desaceleración inflacionaria lograda por la administración libertaria, incompleta y con un último índice elevado, se transformó en el argumento todopoderoso del oficialismo. “Es todo lo que el Gobierno tiene para ofrecer”, afirmó, al advertir que la gestión libertaria no existe una propuesta de futuro.
Según el periodista, el Gobierno gestiona exclusivamente el presente. No hay planificación ni proyecto de país, una crítica que durante años circuló en el debate público y que hoy vuelve a cobrar vigencia. “Ahora no hay proyecto”, remarcó, al describir una administración enfocada en la coyuntura y desprovista de horizonte.
En ese marco, Torchia alertó sobre el avance de la lógica del “sálvese quien pueda”. Como síntoma, de época mencionó el video viral de un hombre en la estación Constitución que aseguraba que solo le importaba su familia y que el resto “se muera”. Para el periodista, ese corrimiento filosófico debería encender alarmas, pero ocurre lo contrario: se impone una atmósfera de insensibilidad e indolencia social.
El análisis también apuntó contra la pérdida de centralidad del discurso anticasta. “Dejó de interesar que haya casta en la ‘no casta’”, señaló Torchia, al mencionar la presencia de figuras históricas como los Menem, Daniel Scioli y otros dirigentes dentro del oficialismo. Esa contradicción, sostuvo, parece no incomodar a una sociedad cada vez más replegada en proyectos de vida individuales.
No obstante, el periodista destacó que existen sectores que resisten esa privatización de la vida social. Los jubilados, las familias de personas con discapacidad y el colectivo LGBT son ejemplos de una sensibilidad que persiste. En ese sentido, recordó la masiva movilización de la comunidad LGBT contra el gobierno de Javier Milei, que reunió a cerca de dos millones de personas.
“Estamos quienes nos resistimos a esta indolencia”, afirmó Torchia. Para el analista, esa resistencia constituye hoy una disputa central frente a un modelo que, más allá de la economía, redefine el vínculo social y debilita la noción de comunidad.