Por otro lado, reconoció que el radicalismo atraviesa momentos de debate y discusión identitaria y catalogó como “tránsfugas” a los cinco diputados que decidieron acompañar el veto presidencial a la reforma jubilatoria que había impulsado su propio partido. Sobre este punto, advirtió que el presidente del bloque de Diputados, Rodrigo de Loredo, “tendría que haber resaltado que esos diputados no podían hacer eso”.
Por último, catalogó al de Javier Milei como un “Gobierno que no tiene sensibilidad social”, luego de que se difundieran imágenes de la conductora Susana Giménez en la Casa Rosada el mismo día que se publicó que en el primer semestre del año la pobreza alcanzó al 52,9% de la población, mientras que la indigencia trepó a 18,1%.
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El vicerrector dela UBA afirmó que “el Gobierno no tiene sensibilidad social”
Periodista: Este 2 de octubre está convocada la segunda marcha federal universitaria en el marco de estos casi diez meses de gestión de un Gobierno que desfinancia la educación y que va a vetar el financiamiento universitario. ¿Qué hay detrás de este accionar?
Emiliano Yacobitti: Al Gobierno no le importa lo público en general y en particular tiene otro concepto de la libertad del que tienen los que creen en la educación pública. Para nosotros cuando la gente llega al aula recién ahí el código postal donde te tocó nacer deja de ser lo importante para ser importante el mérito, la capacidad y la dedicación de cada uno. Es una herramienta de igualdad. Evidentemente el Gobierno no cree en eso, por eso la desfinancia mucho más que lo que desfinancia el resto de los sectores del Estado y está provocando que todos los días se vayan docentes de todas las universidades del país.
P: Como vicerrector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), ¿qué consecuencias observas en las instituciones, los docentes y los alumnos?
EY: En estos nueve meses el salario de los docentes, de los profesores universitarios y de los trabajadores generales de la universidad, que ya venía no siendo lo bueno que tiene que ser por los resultados que produce, tuvo en estos nueve meses la peor caída en la historia desde que arrancó la democracia hasta ahora. En algunos casos llegaron a perder más del 43% el poder adquisitivo del salario. Eso hace que el cuatrimestre que viene las universidades ya no van a poder tener la misma oferta porque hay docentes que no lo resisten y que se tienen que ir, porque una cosa es pedirle a alguien que por trabajar en las mejores universidades del país resigne un poco del poder económico o resigne un poco de su salario, pero lo que el Gobierno plantea es que estén bajo la línea de la pobreza. Un profesor con dedicación exclusiva en la Universidad de Buenos Aires, o sea que trabaja ocho horas por día los cinco días de la semana, está cobrando de sueldo básico de alrededor de 800 mil pesos, está por debajo de la canasta de la pobreza, y un administrativo, que son las personas que hacen que la universidad funcione, está cobrando 420 mil pesos de sueldo básico, la categoría más baja que son la mayoría.
P: En el medio trascendió que el Gobierno tiene la intención de transferir las universidades a las provincias. ¿Hay algún tipo de diálogo o intermediarios?
EY: Hay diálogo, pero el Gobierno permanentemente va cambiando de actitud y desde el ministerio de Capital Humano son permanentes las agresiones para con el mundo universitario. Está pasando lo mismo que con la marcha anterior. Al principio no se reconocía el ajuste, se decía que era falso, después se terminó reconociendo. Ahora está pasando lo mismo. Ante la inminencia de una movilización que creen que puede ser grande o de una ratificación del Congreso de una ley que tienen pensado vetar, empiezan a reconocer que efectivamente hay un problema, que los universitarios quedaron peor que todo el resto, entonces vamos a ver cómo lo arreglamos. Encima empezamos a escuchar versiones de arancelamiento, versiones de provincialización que ya muchas veces se quisieron hacer en la Argentina y terminaron mal.
P: La marcha del 23 de abril fue muy convocante. Esta marcha se da en otro contexto, donde muchas consultoras vienen dando cuenta de la caída de la aprobación en la gestión. ¿Qué expectativa tenés de la marcha y cómo la relacionas con cierto hartazgo que empieza a aparecer?
EY: La sociedad tiene que defender el Estado que funciona bien y las universidades públicas mostraron que están en los mejores rankings del mundo, que tienen una inversión en dólares mucho más baja a otras universidades de la región, en algunas ocho o quince veces menos en dólares por alumno, y que la sociedad las elige por su calidad, así como también hay parte de la sociedad que la elige porque no podría elegir una opción privada. La nuestra es una universidad de trabajadores, por lo tanto no solamente tienen que defenderla los más de dos millones de universitarios, sino quienes ya pasaron por la universidad, quienes son trabajadores que se están formando. La mayoría de quienes vienen a las universidades públicas argentinas son trabajadores. Después del segundo o tercer año de la universidad ya tienen un empleo y se siguen formando. El propio Presidente lo reconoce cuando va afuera del país, que un diferencial que tiene la Argentina son sus universidades y la capacitación que tiene en cuanto a recursos humanos la Argentina, producto de la cantidad de universitarios que estudian en el país. Creo que eso es lo fundamental que nosotros tenemos que entender, que es una inversión para poder salir de la situación que estamos hoy.
Son permanentes las agresiones del Gobierno al mundo universitario. Son permanentes las agresiones del Gobierno al mundo universitario.
P: ¿Cómo estás viendo al radicalismo frente al Gobierno de Milei?
EY: A nosotros nos votaron para ser oposición al Gobierno, no una oposición que obstruya, sino una oposición que construya, que proponga cosas, que las cosas que están bien las apoye, pero que también marquen las que están mal. El presidente de nuestro partido, Martín Lousteau, cuando votaron la Ley Bases presentó un proyecto alternativo y dijo que esa ley era muy peligrosa porque le bajaba los impuestos a los más ricos en la Argentina, mantenía regímenes de privilegio de jubilaciones, mantenía regímenes de privilegio de subsidios de empresas que tienen ganancias millonarias en dólares, pero no hablaba de salud y educación. Hoy es lo que estamos viviendo.
P: ¿Cómo analizas el comportamiento de los cinco diputados radicales que acompañaron el veto presidencial a la reforma jubilatoria?
EY: Siempre tenés tránsfugas en todos los partidos. Yo te puedo hablar de estos cinco diputados que no solamente dieron vuelta su voto cuando no había pasado nada, sino que se fueron a reír de los jubilados, a sacar una selfie, comer un asado y a festejar que le habían bajado un mínimo aumento a los jubilados. Ahora no fueron cuatro, fueron 18 y de todos los partidos o de muchos partidos. Lo importante es que cada partido haga con esos diputados lo mismo que el radicalismo hizo con los que le toca, que fue someterlos a la Comisión de Disciplina. El gobierno de Milei le roba dirigentes a distintos partidos, pasa con Patricia Bullrich, pasa con Daniel Scioli, con Francos, que de hecho tuvieron una representación muy importante en los otros partidos, y lo que uno como partido tiene que hacer es tomar decisiones en cuanto a quienes se apartan de las ideas que los partidos dicen que defienden cuando van a elecciones. Por eso la marcha del miércoles al Congreso, no es a la Plaza de Mayo, porque el Presidente ya dijo que iba a vetar la ley y nosotros no esperamos nada del Presidente porque lo dijo incluso cuando hizo campaña que no creería en el sistema público de universidades. Ahora en el Congreso hay muchos diputados que hicieron campaña diciendo que creían en el sistema público de universidades, que las iban a defender porque creían que era una herramienta de transformación y ellos tienen la posibilidad de insistir con la ley y de que el veto no valga y que los docentes dejen de irse de las universidades porque no pueden vivir con lo que cobran. Entonces la marcha no es para el Presidente, la marcha es para que esos diputados honren el mandato y la promesa que le dijeron a la gente cuando los votó.
P: ¿El cambio de esos cinco radicales pone en discusión la conducción de Rodrigo de Loredo frente al bloque?
EY: El primero que tendría que haber resaltado que estos diputados no podían hacer eso era el presidente del bloque. Es tu bloque el que hizo la ley, tu bloque el que la promulgó, tu bloque el que la defendió y los diputados que se van a reírse de tu bloque, a sacarse una selfie riéndose con el Presidente solamente porque le trabaron a los jubilados 17.000 pesos por mes de aumento. Obviamente si yo fuese presidente del bloque no hubiese esperado la sanción de la Convención.
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"La UCR va a tener una Convención para discutir cuál es la orientación que tiene que tener", anticipó Yacobitti.
P: ¿Hay una crisis de liderazgo o identidad dentro del radicalismo?
EY: Hay discusiones y el partido las va a tomar, va a tener una Convención y va a discutir cuál es la orientación que tiene que tener. Esto está pasando en todos los partidos. Fijate en Juntos por el Cambio, tenías dos dirigentes que compitieron por la presidencia, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, uno perdió y se quedó en la casa trabajando en su Fundación y el otro se unió al Gobierno que le ganó, que antes decía barbaridades. Eso pasa y lo mismo pasa con el peronismo. Vos tenés sectores del peronismo que se aliaron con Javier Milei y que han tenido muchísima representación. Daniel Scioli no fue presidente por un punto en el 2015, fue ocho años gobernador de la provincia más grande de la Argentina y sin embargo hoy dice que hay que darle un premio Nobel de Economía a Milei después de los índices de pobreza que tenemos. Sí es cierto que en el caso de los radicales hay una hipocresía adicional, porque no solamente van con Milei, sino que quieren decirle al radicalismo lo qué tiene que hacer. Por lo menos en los otros partidos se van con Milei y dicen ‘me fui con Milei’.
P: ¿Se puede generar un quiebre del bloque en el Congreso?
EY: Yo soy de los que creen que los bloques no sirven si no votan igual. Cuando fui diputado lo viví. Los primeros dos años yo formaba parte de un bloque más grande, pero cada cual votaba como quería. Después nosotros separamos el bloque e hicimos un bloque de 12 diputados de Evolución que siempre votamos lo mismo durante esos dos años, para mí eso es un bloque. ¿De qué sirven los bloques si vos no sabes qué va a votar cada diputado?
P: ¿Hay margen para generar un frente entre distintas fuerzas políticas?
EY: Sería muy importante que haya un armado político, un frente político que no esté en los extremos, que no le de a la sociedad la sensación de que está volviendo al pasado, sino que hay una alternativa nueva. Yo soy crítico del proceso de Juntos por Cambio en la última elección porque las dos opciones que teníamos nos remitía mucho a lo que habíamos pasado y había fracasado. Por eso insistimos mucho en ampliar un poco más el frente político hacia algunos sectores del peronismo, independientes y creo que ahora hay que hacerlo. Seguramente los bloques también tienen que alinearse por frentes electorales, porque de qué te sirve tener un bloque de radicales que algunos entran porque fueron en un frente político con La Libertad Avanza y otros entran porque fueron en un frente político de centro que enfrentó a La Libertad Avanza y otros fueron en un frente político con el PRO. Los bloques tienen que darle a la sociedad la sensación de que todos van a votar lo mismo, entonces si vos vas como frente político, vas a tener que reconfigurar también la Cámara.
Es un Gobierno que no tiene sensibilidad social. Es un Gobierno que no tiene sensibilidad social.
P: En las últimas semanas se plasmaron los aumentos en transporte, tarifas y se conocieron datos de pobreza e indigencia alarmantes, ¿qué proyectas de este Gobierno?
EY: No solamente me preocupa el problema de hoy, me preocupa la falta de sensibilidad sobre el problema. La foto de estar en cualquier cosa en la Casa Rosada mientras se está publicando el índice de pobreza me da la sensación que no sufre cuando pasa. Uno puede tener que tomar decisiones difíciles, pero cuando esas medidas difíciles se traducen en problemas para la gente, se traducen en que aunque sea transitoriamente hay más pobres, a vos por lo menos te tiene que entristecer, te tiene que preocupar, no lo podés festejar, la gente no puede ver que vos estás en la tuya y que en el medio sale el índice de pobreza que es trágico.
P: ¿Cómo caracterizarías al Gobierno?
EY: Es un Gobierno que no tiene sensibilidad social. Hoy escuchaba un programa de radio donde pasaban extractos del debate de Massa para el balotaje y Milei aclaraba que no iba a tocar las tarifas. El nivel de mentira ya es tan grande que solamente te queda esperar a ver qué pasa, porque lo que te dicen no tiene nada que ver con la realidad.