El diputado del PRO Gerardo Milman presentó un proyecto de ley para derogar la prohibición de allanamiento de domicilios particulares y comerciales de los funcionarios públicos comprendidos en la Ley de Fueros.
Según el legislador del PRO, su iniciativa busca acelerar las causas judiciales que involucran a diputados, senadores y otros funcionarios, para "que no tengan tiempo de eliminar pruebas que los involucren".
El diputado del PRO Gerardo Milman presentó un proyecto de ley para derogar la prohibición de allanamiento de domicilios particulares y comerciales de los funcionarios públicos comprendidos en la Ley de Fueros.
La iniciativa apunta a que, en el marco de las investigaciones judiciales, los funcionarios no puedan escudarse en sus fueros para evitar los allanamientos, con la única excepción de que los despachos oficiales se mantienen a resguardo.
"Nuestra propuesta tiene como objetivo acelerar las causas judiciales que involucran a funcionarios públicos, diputados y senadores nacionales y que éstos no tengan tiempo de eliminar pruebas que los involucren en casos de corrupción y otros", señaló el legislador del PRO.
Lo curioso es que el propio Milman, cuando en 2023 fue apuntado por un testigo en la causa en la que se investigaba el atentado a la vicepresidenta Cristina Kirchner, dilató la entrega de su celular a la Justicia, al igual que sus asesoras, y hasta borró contenido.
Para Milman, "la prohibición de allanar domicilios particulares y comerciales de los funcionarios no sólo obstaculiza el accionar del Poder Judicial, sino que erosiona la confianza en las instituciones y en el orden jurídico".
"Los fueros están para proteger al funcionario de una persecución política o judicial que lo priven de la libertad sin una condena, pero no para evitar que la justicia busque pruebas durante el proceso judicial en los ámbitos que crea conveniente", afirmó.
"Queremos darle herramientas a la Justicia para que pueda investigar y allanar sin trabas de parte de la corporación política, pero preservando los despachos oficiales del funcionario público", finalizó.
El 1º de septiembre de 2022, minutos después del ataque contra la vicepresidenta, un asesor de la Cámara de Diputados le envió un mensaje al diputado Marcos Cleri, del Frente de Todos. En ese mensaje le contaba que el 30 de agosto (dos días antes) vio a Milman, mano derecha de Patricia Bullrich, reunido con dos mujeres en Casablanca, una mítica confitería ubicada en la esquina de Avenida Rivadavia y Riobamba, a metros del Congreso. Allí, le escuchó realizar comentarios que podrían tener una vinculación con el ataque.
"Marcos, ayer cuando salí de tu oficina fui con mi cuñado a comer a Casablanca. Al lado mío estaba Milmann (sic) con dos pibas y graciosamente decía 'cuando la maten, yo estoy camino a la Costa'. Y se mataban de risa", fue el mensaje que le envió el testigo reservado a Cleri.
"Están las cámaras que no me dejan mentir. ¡Hijo de puta, lo escuché! Creéme, estoy temblando", le dijo en otra serie de mensajes.
Efectivamente, Milman viajó a Pinamar el día 31 de agosto. El diputado reconoció esa reunión y el viaje, pero negó haberse expresado en esos términos o haber tocado ese tema. "No hubo ninguna discusión respecto a ningún atentado de Cristina, si es cierto que al día siguiente me fui a Pinamar a hacer campaña", aseguró.