"El cuadrado de zinc": el Gobierno arma una mesa paralela para discutir el Presupuesto 2026

Mientras la Comisión de Presupuesto sigue su curso formal, el Gobierno y sus aliados montaron una negociación por fuera del Congreso, con Menem y Benegas Lynch a la cabeza.

Mientras la Comisión de Presupuesto y Hacienda continúa sesionando por tercera semana consecutiva, el oficialismo decidió avanzar por fuera del ámbito formal con una mesa política paralela que reúne a funcionarios del Ejecutivo y a un grupo selecto de diputados aliados y dialoguistas. El espacio, bautizado internamente como el “cuadrado de zinc”, se reunió este lunes en el salón de Honor de la Cámara baja, y dejó afuera al resto de los integrantes de la comisión.

Del encuentro participaron Martín Menem; el flamante titular de Presupuesto y Hacienda, Alberto Benegas Lynch —quien reemplazó al denunciado José Luis Espert—; el secretario de Hacienda, Carlos Guberman; y el vicejefe de Gabinete, José Rolandi.

Junto a ellos se sentaron los principales referentes aliados del oficialismo y un grupo de diputados dialoguistas, pero sin participación del peronismo, la izquierda ni de legisladores que responden a los gobernadores que no son aliados.

Entre los presentes estuvieron el jefe del bloque de La Libertad Avanza, Gabriel Bornoroni; Eduardo Falcone (MID); Nicolás Massot y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Federal); Martín Tetaz, Karina Banfi y Pamela Verasay (UCR); Pablo Juliano y Manuel Aguirre (Democracia para Siempre); Silvana Giudici y Daiana Fernández Molero (PRO); Pablo Cervi (Liga del Interior); y José Luis Garrido (Por Santa Cruz).

“La idea es que este ‘cuadrado de zinc’ sea quien lleve la discusión presupuestaria con los diputados”, explicaron desde el entorno libertario, confirmando que se trata de una mesa chica que funciona por fuera del ámbito institucional de la comisión.

Un debate por fuera del Congreso

Según pudo consignar C5N, la reunión sirvió para evaluar la posibilidad de postergar el dictamen del Presupuesto, originalmente previsto para el 4 de noviembre, una fecha que surgió del emplazamiento votado en el recinto —con acompañamiento de algunos de los mismos diputados dialoguistas que ahora participan de esta mesa paralela—.

El oficialismo también logró instalar la propuesta de revisar hasta un 20% del Presupuesto 2026, siempre bajo la premisa de mantener el equilibrio fiscal.

Los bloques dialoguistas aprovecharon la ocasión para reclamar el cumplimiento de leyes ya aprobadas, como la de emergencia en discapacidad, el financiamiento universitario y los fondos para el Hospital Garrahan. Frente a esos pedidos, el oficialismo repitió, casi como un disco rayado, los mismos argumentos del jefe de Gabinete, Guillermo Francos y del Ejecutivo: que “antes hay que decir de dónde saldrá la plata” y que esos temas “corresponden al Poder Ejecutivo”.

Críticas por el funcionamiento paralelo

La conformación del “cuadrado de zinc” desató críticas inmediatas entre los diputados que quedaron afuera de la convocatoria. El jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, cuestionó la falta de transparencia del proceso al afirmar en X que se trató de “otra mesa cerrada para acordar entre pocos lo que afecta a todos” y remarcó que “la discusión del Presupuesto debe darse en la Comisión, no en reuniones entre amigos”.

En la misma línea se expresó el diputado cordobés Carlos Gutiérrez, que responde al gobernador Martín Llaryora, quien advirtió: “El debate del Presupuesto tiene que darse con todos los sectores representados. No en reuniones cerradas en despachos donde se cocina todo entre pocos”.

Mientras tanto, desde el oficialismo aseguran que el “cuadrado de zinc” seguirá funcionando como espacio de coordinación con los bloques aliados. La Comisión de Presupuesto, en cambio, seguirá su curso formal mañana, con su tercera reunión en agenda y el debate de fondo aún en suspenso.

Según fuentes parlamentarias, el curioso nombre elegido para la mesa no fue casual: el zinc es un metal de fácil fundición y gran ductilidad, una metáfora interna para lo que el oficialismo busca en esta etapa del debate presupuestario: un espacio flexible y moldeable para forjar acuerdos.