Una nueva masacre sacudió a México durante la noche del sábado, cuando un grupo de hombres ingresó en el bar Los Cantaritos, en la ciudad de Santiago de Querétaro, capital del estado homónimo, y abrió fuego contra los comensales, lo que terminó con diez personas asesinadas y al menos siete heridas. Hubo un detenido.
Las autoridades tomaron conocimiento de lo sucedido pasadas las 21, cuando un llamado al número de emergencia alertó sobre la irrupción de un comando sicario que disparó contra la gente en el bar, un ataque en el que murieron siete hombres y tres mujeres.
La Policía informó que al menos cuatro personas estuvieron involucradas en el ataque, que fue registrado por las cámaras de seguridad del local, en una terrorífica escena en la que los comensales se arrojaban al suelo para evitar ser alcanzados por los disparos.
Tras huir, los agresores abandonaron la camioneta utilizada para escapar del lugar y la prendieron fuego a unos 10 kilómetros de la ciudad, en el municipio de El Marqués. Las autoridades pudieron identificar al vehículo pero todavía no a sus dueños. Hubo una detención, de la que no se brindaron mayores detalles.
"Todo el sistema de seguridad de Querétaro está movilizado para dar con los criminales", aseguró el gobernador Mauricio Kuri pasada la medianoche. "Reitero a la sociedad queretana que habrá castigo para los responsables de este acto brutal, seguiremos blindando nuestras fronteras y manteniendo la seguridad de nuestro estado", subrayó, mientras continuaban las pericias para recabar más datos y poder llegar al fondo de lo ocurrido.
Si bien Querétaro no suele figurar en las listas de estados mexicanos con mayor violencia, su situación limítrofe con Guanajuato, el que más homicidios tuvo en 2024, lo pone en peligro ante una expansión de las actividades delictivas de varios grupos que operan en la zona, como el peligroso Cartel Jalisco.