Millones de personas se movilizan en Francia por una reforma previsional que aumenta la edad jubilatoria

La nueva normativa implica el aumento para el retiro, de 62 a 64 años. Sindicatos y partidos de la oposición realizan diferentes movilizaciones, generando complicaciones en el transporte y bloqueos en escuelas.

Aumenta la tensión en Francia, ya se movilizaron 2 millones de personas contra la reforma previsional. Con el objetivo de modificar la edad para poder jubilarse de 62 a 64 años. Sindicatos y partidos de la oposición realizan diferentes movilizaciones, generando complicaciones en el transporte y bloqueos en escuelas.

Los grandes sindicatos han unido sus voces para tratar de repetir el éxito de la gigantesca protesta del 19 de enero, cuando un millón de ciudadanos se volcaron a las calles en las principales ciudades del país.

El proyecto establece un retraso progresivo hasta 2030 de la edad de jubilación de 62 a 64 años y el adelanto ocho años a 2027 de la exigencia de cotizar 43 años -y no 42 como ahora- para cobrar una pensión completa.

La huelga contaba esta mañana con fuerte acatamiento en los transportes, particularmente en el subte de París, los trenes de cercanías de la región parisina y los ferrocarriles de provincia, donde la circulación era cercana a cero, apuntó la agencia AFP.

La misma fuente añadió que, producto de la medida de fuerza, hoy se podía encontrar "escuelas cerradas, trenes anulados y una caída de la producción eléctrica".

Tensión sobre la reforma de pensiones

La huelga en el sector energético provocó una caída de producción en las centrales nucleares de "casi 3.000 MWh", según la empresa EDF. Entre un 75% y un 100% del personal de las refinerías y de los depósitos de TotalEnergies se unieron al paro, según la central sindical CGT.

La nueva jornada de protesta podría aumentar la tensión en la Asamblea Nacional (Cámara baja), que comenzó ayer el examen en comisión de la reforma y que tiene menos de una semana para debatir las 7.000 enmiendas presentadas antes de que llegue al pleno el lunes próximo.

Con el rechazo ya anunciado del frente de izquierdas Nupes y de la extrema derecha, el gobierno espera el apoyo del partido de derecha Los Republicanos (LR), favorable a una reforma pero dividido sobre sus características.

Desde su llegada al gobierno en 2017, Macron, de 45 años, defendió su voluntad de "sacudir" el sistema con sus reformas de corte liberal, que en ocasiones han impulsado su imagen de "presidente de los ricos", como durante la protesta social de los chalecos amarillos, iniciada en octubre de 2018.

La reforma de las pensiones es clave en su estrategia. Después de que la pandemia lo obligara a retirar un primer intento, el gobierno escogió un polémico procedimiento parlamentario que le permite aplicar el recurso de sacar la reforma por decreto si para fines de marzo no hubo sanción del Congreso.

El rechazo a la reforma se sitúa actualmente en torno del 70%, según los sondeos. Además, una encuesta de Odoxa estableció que dos de cada tres franceses consideran a Macron un mal presidente y a Élisabeth Borne una mala primera ministra.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) salió ayer al rescate del gobierno al expresar su apoyo a la reforma, que junto a la aprobada sobre el seguro por desempleo, permitiría que Francia reduzca su deuda pública, situada por encima del 110% del PIB.

Sin embargo, la edad de jubilación en la segunda economía de la Unión Europea (UE) es una de las más bajas de Europa y, de salir adelante la reforma, Francia se acercaría a los 65 años de España o a los 67 de Dinamarca.

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