Los hilos que están moviendo al mundo

La debilidad institucional y los choques entre las potencias marcaron el ritmo de un año que no pudo terminar de superar la pandemia a pesar de la aparición masiva de vacunas.

Este año está terminando en muchos aspectos como comenzó: cuando llegaron las vacunas y empezó su distribución, parecía la solución, sin embargo nuevas cepas secuestraron nuestra esperanza y la ilusión del final de esta pesadilla se evaporó.

Una año más de pandemia que nos muestra que el hombre es capaz de dar pasos científicos gigantescos, pero que aún debe aprender a ser humano. La acumulación de vacunas en algunos países dejó como resultado que en otros no llegaran a tiempo para evitar nuevas mutaciones.

Fue otro año que termina y deja una nueva cepa y muchos interrogantes, una crisis que se prolonga en el tiempo.

La debilidad institucional dio su presente ni bien comenzó el año, con el ataque al congreso de los EEUU. Un hecho que puso a la vista una política que, durante meses, busco debilitar el orden democrático con falsas denuncias y que terminó de forma dramática.

En nuestra región, al igual que lo hizo Trump, el presidente Jair Bolsonaro puso en duda el sistema electoral y amenazó de forma reiterada con no reconocer el resultado de los próximos comicios en 2022.

Durante los últimos meses vimos procesos electorales que afortunadamente se llevaron adelante y reforzaron los sistemas democráticos, como en Chile y Perú, y situaciones que se repiten y agudizan ante la falta de respuestas regionales, como sucedió en Nicaragua y Venezuela.

Por otro lado, conflictos que llevan años sin resolver volvieron a causar muertos, heridos y destrucción como fue la guerra en Gaza y el territorio israelí y otras, donde la tensión y el temor a situaciones impredecibles tomaron fuerza, como la crisis en torno al desarrollo nuclear iraní y el conflicto entre Rusia y Ucrania, que pone a toda Europa al borde de una guerra.

Otras situaciones que llevan décadas de duración dieron un vuelvo, como la retirada estadounidense de Afganistán. La salida caótica sorprendió incluso a quienes la planificaron. Pero este final fue llevado adelante por otro conflicto que está tomando cada vez mayor dimensión: la tensión entre dos potencias como EEUU y China.

Pero este 2021 como sucedió el año pasado y sucederá en el futuro tuvo otro hilo conductor global: la falta de respuestas para frenar los efectos del cambio climático. Distintos desastres naturales y la destrucción causada por incendios y huracanes volvieron a dejar a la vista la falta de liderazgo global, algo que se necesitará en una gran dosis para los tiempos que vienen.

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