Como muchos otros asesinos seriales, a simple vista Jeffrey Dahmer se veía como un hombre cualquiera y parecía llevar una vida normal en un vecindario común y corriente. Pero en la intimidad de su casa, Dahmer era un monstruo, un homicida violento que llegó a matar a 17 hombres adolescentes, aprovechando su capacidad para salirse con la suya, acercándose a sus víctimas sin que estas sospecharan que estaban en peligro.
Jeffrey Dahmer llegó a ser conocido como “El Caníbal de Milwaukee” y sus crímenes pasaron a la historia como algunos de los más perturbadores cometidos por un asesino serial en Estados Unidos. La peor parte, es que pudo haber sido detenido a tiempo, si la policía no se hubiera dejado llevar por su apariencia.
Conocido como “carnicero”, “caníbal” o “monstruo”, Dahmer tenía una fuerte tendencia al canibalismo y a la necrofilia, lo que generó que su caso generara una repercusión mundial. Su aspecto físico fue clave para que pudiera cometer sus crímenes.
Quién era Jeffrey Dahmer
Jeffrey Dahmer, también conocido como “El monstruo de Milwaukee”, fue el autor y responsable del asesinato de 17 hombres jóvenes y niños entre 1978 y 1991, época en donde además cometió necrofilia y canibalismo. Fue condenado a 15 cadenas perpetuas consecutivas en 1992.
Dahmer nació en 1960 como parte de una familia de clase media tradicional de Wisconsin, pero se dice que rápidamente comenzó a mostrar una extraña fascinación con todo lo que tenía que ver con la muerte. Por ejemplo, coleccionaba los cadáveres de pequeños animales que encontraba cerca de su casa. Su padre dijo en una ocasión, que Jeffrey estaba “extrañamente fascinado” por el sonido que hacen los huesos al chocar.
En la secundaria, Dahmer era algo extraño e inadaptado y, según los registros, solía romper las reglas, molestar a sus compañeros, además de comportarse de forma alarmante. No era todavía un asesino, pero estaba claro que algo andaba mal con él.
Pronto Dahmer comenzó a desarrollar fantasías sexuales extrañas y violentas; posterior a ello, cometió su primer asesinato. En ese entonces, debido a que el matrimonio de sus padres había fracasado, Jeffrey Dahmer vivía con su madre, pero no tenía muchas reglas o supervisión.
Entonces, manipuló a un adolescente de 18 años, llamado Steven Mark Hicks, y lo llevó a casa con el pretexto de invitarlo a tomar algo antes de ir a un concierto. Después de unas horas, Hicks intentó irse, pero Dahmer lo tomó como un rechazo, se enfureció, lo golpeó en la cabeza y lo estranguló hasta matarlo, para después desmembrar su cuerpo y disolverlo en ácido.
Ese fue el primero de muchos crímenes que Dahmer pudo ocultar gracias a que nadie lo percibía como una amenaza, incluso pudo ir a la universidad durante ese tiempo, y además sirvió como un médico de combate en el ejército, hasta que su alcoholismo se convirtió en un problema, razón por la que fue dado de baja honorablemente y se mudó a un suburbio de Milwaukee.
Dahmer fue arrestado en 1992 y rápidamente admitió lo que había hecho. En el juicio se declaró culpable de 15 asesinatos, por lo que le dieron 15 cadenas perpetuas y 70 años extra, que cumplió inicialmente en el Wisconsin’s Columbia Correctional Institution, desde donde dio decenas de entrevistas a la prensa.
Se dice que Dahmer tuvo pensamientos suicidas durante su tiempo en prisión, sin embargo, otro prisionero que había sido condenado por asesinato fue quien lo mató. Christopher Scarver lo golpeó con una barra de metal en el baño de la prisión hasta dejarlo sin vida, y más tarde dijo que Dahmer no intentó defenderse o pelear.