El gobierno de China anunció que realizará maniobras militares en los próximos días, después de que escalaran las tensiones con Japón, luego de que la nueva primera ministra, Sanae Takaichi, realizara declaraciones sobre un supuesto ataque del país comunista a la isla de Taiwán, lo que la obligaría a enviar tropas en apoyo.
El conflicto se originó a partir de que Takaichi, quien asumió en el cargo el pasado 21 de octubre, dijera la semana anterior ante el Parlamento que un ataque armado de China contra Taiwán podría justificar el envío de tropas para apoyar a esa isla democrática, que Beijing reclama como propia y no descarta recuperar por la fuerza si fuera necesario.
Luego, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China respondió: "La líder japonesa ha hecho recientemente comentarios provocadores sobre Taiwán, socavando seriamente el ambiente de los intercambios entre China y Japón y generando grandes riesgos para la seguridad personal y la vida de los ciudadanos chinos en Japón”, aseguraron mediante un comunicado.
Pero la tensión, lejos de desacelerar, tan solo se incrementó a partir de que Estados Unidos le aprobara a Taiwán la compra de armas por us$330 millones. Según un comunicado del Pentágono norteamericano, se "mejorarán las capacidades militares de Taiwán para poder hacer frente a las amenazas más inminentes y contar con una preparación suficiente gracias a la presencia de cazas F-16 y C-130".
Ante esta situación, China anunció este sábado que realizará maniobras militares para prepararse ante una eventual disputa bélica. En concreto, Beijing prohibió temporalmente la navegación en el mar Amarillo para ejecutar ejercicios de fuego entre el lunes y miércoles próximo. Además, le indicó a sus ciudadanos que eviten viajar a Japón.
Según datos oficiales de la cartera de turismo japonesa, unos 7.5 millones de chinos viajaron a la isla en los primeros nueve meses de este año. Esto representó una cuarta parte de los turistas extranjeros que recibió el país.
El vicepresidente de Relaciones Exteriores chino, Sun Weidong, convocó al embajador japonés en Beijing el jueves para advertir que Takaichi debía rechazar sus declaraciones, agregando que “de lo contrario, todas las consecuencias deberán ser asumidas por Japón”
En respuesta a esta declaración, el secretario jefe del gabinete japonés, Minoru Kihara, declaró el sábado a la prensa que el llamamiento de Beijing es "incoherente con la promoción de una relación estratégica y mutuamente beneficiosa", informó Jiji Press.