Ataque de tiburón en Florida: una niña de 9 años fue gravemente herida mientras buceaba con su mamá

Una menor de 9 años fue atacada por un tiburón de 2,5 metros de largo mientras buceaba junto a su madre en una playa de Boca Grande, en el estado de Florida, EEUU. La herida que sufrió requirió una cirugía de emergencia para salvarle la mano, que estuvo a punto de ser amputada por completo.

El episodio ocurrió el miércoles 11 de junio y, según testigos, el tiburón mordió con fuerza la mano de la menor, dejándola colgando apenas sostenida por la piel. La rápida intervención de sus padres y el auxilio inmediato de los socorristas del Departamento de Bomberos de Boca Grande, que llegaron en solo cuatro minutos, fueron claves para preservar la extremidad.

La niña fue trasladada en helicóptero al Hospital General de Tampa, donde un equipo médico inició una compleja operación. Durante la intervención, los cirujanos extrajeron vasos sanguíneos de una de sus piernas para restaurar el flujo en la mano dañada. Los profesionales contaban con una ventana de apenas seis horas para realizar el reimplante con éxito.

“Había tanta sangre en el agua justo a mi lado que supe de inmediato que era un ataque de tiburón”, relató Nadia, la madre de la víctima. Tras sacar a su hija del agua, su pareja, Jay, corrió con la menor en brazos hacia la calle en busca de ayuda. “Estaba sosteniendo su mano en la mía y no creía que hubiera ninguna posibilidad de salvarla. Estoy muy agradecido a los cirujanos. Es un milagro que esté viva”, expresó.

Tiburón

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Durante una conferencia de prensa desde el hospital, la niña, identificada como Leah, relató parte del ataque: “Algo me mordió con fuerza y trató de alejarme. No vi nada, solo estaba buceando. Luego levanté mi mano y estaba llena de sangre. Empecé a gritar con mi mamá”.

Una semana después del ataque, Leah logró mover ligeramente los dedos de la mano reimplantada, un signo alentador en su proceso de recuperación. Los médicos señalaron que requerirá fisioterapia intensiva y una nueva intervención para retirar los alfileres que le fueron colocados durante la operación.

Mientras tanto, su familia celebra el progreso. “Es una especie de milagro que ahora tenga una mano”, dijo su madre. Leah, por su parte, se mostró esperanzada: “Estoy ansiosa por recuperarme y volver a jugar con mis hermanos”.