Viajar a Mendoza: el sitio con unas vistas únicas que te va a enamorar

Rodeado de colores minerales, aguas termales y leyendas geológicas, este rincón mendocino cautiva con su historia, biodiversidad y valor patrimonial.

Ubicado en el corazón de la Cordillera Principal, un sitio emblemático de Mendoza destaca por sus formaciones geológicas singulares y su entorno natural. Se encuentra a 2.730 metros sobre el nivel del mar, en el departamento de Las Heras, a poco menos de 200 kilómetros de la capital provincial. Su atractivo se potencia por la combinación de fenómenos naturales y legado cultural.

El Puente del Inca no solo fascina por su imponente paisaje, sino también por su relevancia científica, ecológica y patrimonial. Es parte del Qhapaq Ñan, el antiguo sistema vial andino declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. En la zona se conservan elementos con alto valor simbólico e histórico, lo que lo convierte en un punto de interés tanto para visitantes como para investigadores.

Recién en los primeros años del siglo XXI, el sitio volvió a cobrar notoriedad entre turistas que recorren la alta montaña. El Puente del Inca, una estructura natural de origen biomineral, funciona como símbolo del equilibrio entre geología, aguas termales y biodiversidad andina.

Dónde queda el Puente del Inca

El Puente del Inca está emplazado sobre el río Cuevas, en una zona de alta montaña con vegetación escasa y aire puro. La formación, de unos 27 metros de largo y 8 metros de alto, se encuentra en un punto estratégico de la ruta internacional que conecta Mendoza con Chile, a través del paso Cristo Redentor.

Esta estructura natural se formó a partir de la cementación de sedimentos coluviales mediante depósitos de sales minerales, principalmente travertinos, presentes en las aguas termales que brotan en la región. El puente no es el único en su tipo en el mundo, pero sí uno de los más fotografiados por su forma arqueada y su coloración multicolor.

Su nombre se debe a relatos locales que evocan el paso de caravanas incas por el lugar, aunque los estudios geológicos más recientes sugieren que su formación ocurrió en el período posglacial, como resultado de procesos complejos que involucraron hielo, aluviones, actividad fluvial y la acción de microorganismos.

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Qué puedo hacer en Puente del Inca

Actualmente, el acceso peatonal al puente está restringido para preservar su integridad estructural. Sin embargo, el lugar cuenta con senderos y miradores que permiten observar la formación desde diferentes ángulos. Las vistas del entorno montañoso y el colorido del puente lo convierten en un atractivo ideal para la fotografía paisajística.

En la zona también se conservan restos del antiguo hotel termal, muy popular a comienzos del siglo XX por sus aguas con supuestas propiedades curativas. Estas surgentes mantienen una temperatura de aproximadamente 34°C y contienen minerales como sodio, hierro y azufre, que dejan sedimentos de colores intensos sobre las rocas.

La flora local está dominada por arbustos de alta montaña como la leña amarilla, y en los alrededores pueden observarse especies vegetales introducidas como tamarindos, álamos y rosales silvestres. En cuanto a fauna, es frecuente avistar zorros colorados, aves andinas y, ocasionalmente, cóndores sobrevolando el valle.

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Cómo llegar a Puente del Inca

El sitio se encuentra a unos 193 kilómetros de la Ciudad de Mendoza y se accede por la Ruta Nacional 7, que forma parte del corredor bioceánico. El camino está totalmente asfaltado y atraviesa paisajes de montaña, con numerosos puntos panorámicos.

El trayecto puede hacerse en vehículo particular, excursión guiada o transporte público que conecta Mendoza con localidades cordilleranas. Durante el invierno, las condiciones climáticas pueden dificultar el acceso, por lo que se recomienda consultar el estado de la ruta y del paso internacional.

A pesar de las restricciones al tránsito sobre la estructura, el Puente del Inca sigue siendo uno de los sitios más representativos de la región. Su combinación de ciencia, historia y naturaleza lo convierte en una parada obligada para quienes recorren el camino hacia el Aconcagua o cruzan hacia Chile por la alta montaña.

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