Mendoza es el destino por excelencia para aquellos que buscan descubrir su prestigiosa producción vitivinícola. Las bodegas y viñedos se posicionan como los sitios más explotados por el turismo, pero no son los únicos. Esta región cuenta con increíbles paisajes entre los que se destacan glaciares, volcanes y lagunas.
La naturaleza es protagonista de cada rincón de Mendoza. No solo permite que se desarrolle de la mejor manera la plantación de uvas y la producción de vinos, sino que también ofrece una gran variedad de paisajes inolvidables y joyas escondidas.
Teniendo en cuenta la larga lista de actividades para realizar y atracciones para conocer, puede resultar difícil elegir los lugares para visitar en la provincia de Mendoza. Por esa razón, a continuación te mostramos dos puntos imperdibles de la región que combinan los mejores paisajes y son perfectos para conectar con la naturaleza.
Laguna los Horcones
Andes Vertical
Reserva Laguna del Diamante
A 220 kilómetros al suroeste de la ciudad de Mendoza, en plena Cordillera de los Andes, se encuentra la Laguna del Diamante, la principal atracción de la reserva que lleva su nombre. La denominación se debe al reflejo del imponente Volcán Maipo en sus aguas, ya que es posible ver una figura de diamante.
Laguna del Diamante
Mendoza Post
Se encuentra a 3.250 metros sobre el nivel del mar asentada sobre una antigua caldera del período Cuaternario. Sus aguas son aportadas por los deshielos y tiene una profundidad de 70 metros. Cuenta con cuatro senderos para recorrer todos sus rincones a pie y conectar con la naturaleza de una forma única.
Laguna Los Horcones
Este sitio es el destino perfecto para los amantes del turismo aventura, especialmente del trekking. Se encuentra dentro del Parque Provincial Aconcagua y es el único sendero apto para todo público. Con una hora y media de duración, el camino llevará a los visitantes hacia la Laguna Espejo para disfrutar de sus vistas.
Laguna Los Horcones
Tripadvisor
Además, hay diversos miradores donde se puede apreciar la pared sur del cerro Aconcagua con sus glaciares colgantes. Por el mismo sendero también se puede conocer el Puente de la Quebrada del Durazno y el Puente del Inca. Se encuentra a 2.900 metros sobre el nivel del mar y a 157 kilómetros de la capital de Mendoza.