En el día a día, muchas personas disfrutan de una buena taza de té o café. Los saquitos que se utilizan en la infusión suelen terminar en la basura, pero pocas personas saben que puede convertirse en un aliado inesperado para las plantas. Este hábito simple y sostenible permite no sólo reducir residuos, sino que también puede mejorar notablemente el estado del jardín.
Las infusiones como la manzanilla, el té verde, negro o de menta son comunes en numerosos hogares, pero pocos saben que sus restos conservan propiedades útiles para la tierra. Al incorporarlos al suelo o las macetas, se potencia la salud de las plantas gracias a los nutrientes que aún contienen.
Sin necesidad de productos químicos ni fertilizantes caros, esta técnica casera y ecológica puede marcar una diferencia real en el crecimiento de las plantas y el cuidado diario del jardín.
Beneficios de los saquitos de té o café para las plantas
Una cuenta de TikTok especializada en jardinería, conocida como Jardinería Vertical, compartió una forma práctica y efectiva de reutilizar los sobres de infusión. Con más de 17 mil seguidores, este creador de contenido explicó cómo estos elementos aparentemente descartables pueden aportar valor nutritivo al suelo y beneficiar a las plantas.
El primer método consiste en abrir el saquito una vez usado y distribuir su contenido directamente en la tierra de las macetas o del jardín. Este gesto sencillo aporta nitrógeno y otros nutrientes que ayudan a mejorar la estructura del suelo, promoviendo un mejor drenaje y enriqueciendo el entorno de las raíces.
Otra opción es enterrar el saquito completo (retirando antes cualquier etiqueta de papel o hilo) al lado de la planta. De este modo, se contribuye a retener mejor la humedad en la tierra, algo especialmente útil si se va a estar ausente durante algunos días.
Además de estos beneficios nutricionales y de hidratación, los restos de infusiones también actúan como repelente natural. Su aroma ahuyenta insectos y otros animales, como los gatos, que suelen incomodarse con los olores intensos. Incluso pueden favorecer una germinación más rápida si se los mezcla con la tierra que rodea a las semillas.