Las palmeritas son ese tipo de receta que parece complicada pero en realidad se prepara en minutos. Con solo un puñado de ingredientes y un poco de horno, se logra una merienda que combina lo salado y lo dulce en un mismo bocado. Perfectas para la tarde, para acompañar el mate o como entrada rápida en una picada improvisada.
En este caso, la clave está en darle un giro distinto a la clásica masa de hojaldre. La incorporación de jamón y queso convierte a estas palmeritas en una opción mucho más tentadora, con esa textura crujiente por fuera y suave por dentro. Además, un detalle inesperado suma sabor y hace que el resultado no pase desapercibido.
La receta pertenece a Jimena Barón, quien compartió en redes el paso a paso y su ingrediente secreto, sorprendiendo a sus seguidores con una versión que combina practicidad y un resultado digno de panadería.
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Cómo hacer palmeritas rellenas
Ingredientes
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1 lámina de masa de hojaldre
Jamón, en fetas finas
Queso (puede ser mozzarella, cuartirolo o el que prefieras derretir)
1 huevo (el ingrediente secreto para pintar la superficie)
Una pizca de azúcar para espolvorear
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Preparación
Primero, estirá la masa de hojaldre sobre una superficie limpia. Colocá encima una capa de jamón y, arriba, otra de queso, distribuyéndolos de manera pareja.
Después, enrollá ambos lados largos de la masa hacia el centro, hasta que se junten en el medio, formando esa clásica forma de espiral doble. Con un cuchillo bien afilado, cortá en rebanadas de aproximadamente un centímetro.
Poné las piezas en una bandeja para horno, dejando un pequeño espacio entre cada una para que no se peguen mientras se cocinan. Batí el huevo y pintá la superficie de cada palmerita. Como toque final, espolvoreá apenas con azúcar: este contraste de lo salado con lo dulce es lo que le da la gracia a la receta.
Llevá al horno precalentado a 200 °C durante 15 a 20 minutos. El objetivo es que estén bien doradas, con los bordes crocantes y el queso gratinado en su punto justo.
Cuando salgan del horno, dejalas reposar apenas unos minutos antes de servir. El resultado son unas palmeritas crocantes por fuera, suaves por dentro y con ese contraste agridulce que hace que quieras repetir.