El dolor de cabeza es una de las molestias más comunes, pero también una de las más subestimadas. Cuando aparece, la reacción habitual suele ser ir al botiquín y tomar “algo rápido”. Sin embargo, los expertos advierten que la automedicación puede ser un error con consecuencias inesperadas. Según el Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), esta práctica puede convertir un dolor pasajero en un problema crónico.
En los últimos años, los episodios de migraña y cefaleas tensionales se incrementaron a nivel mundial. Hoy, afectan a cerca del 14% de la población, y las proyecciones apuntan a que esa cifra seguirá en aumento hacia 2050. Entre los principales afectados se encuentran los adultos jóvenes y adolescentes, un grupo que tiende a recurrir a medicamentos de venta libre sin control médico.
El neurólogo Daniel Gestro, del Hospital de Clínicas, explicó que el abuso de analgésicos puede generar un círculo vicioso, en el que el medicamento, en lugar de aliviar, termina provocando más dolor. Este fenómeno se conoce como cefalea por abuso de analgésicos, y complica notablemente el tratamiento posterior.
Por qué no hay que automedicarse por un dolor de cabeza, según el Hospital de Clínicas
De acuerdo con los especialistas, los analgésicos más usados —como el paracetamol o el ibuprofeno— no son inocuos cuando se toman con frecuencia o sin indicación médica. Si se consumen más de 15 días al mes, o los fármacos específicos para migraña durante más de 10 días, el cuerpo puede desarrollar tolerancia y dependencia, generando nuevos episodios de dolor cuando se suspende su uso.
Las causas de los dolores de cabeza son variadas. Pueden deberse a cambios de temperatura, presión atmosférica, estrés, falta de sueño o estímulos intensos como luces brillantes o aromas fuertes. Pero cuando los episodios se vuelven repetitivos o cada vez más intensos, los médicos recomiendan dejar de “aguantar” y pedir turno con un neurólogo.
El Hospital de Clínicas aconseja registrar los días y la intensidad del dolor en un calendario, además de anotar la dosis de medicación tomada. Este seguimiento ayuda a los médicos a identificar patrones y determinar si se trata de una migraña, una cefalea tensional o un cuadro más complejo.
MUJER CON DOLOR DE CABEZA
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Gestro también recordó que hay señales de alerta que exigen una consulta inmediata: dolores repentinos y muy fuertes, localizados siempre en el mismo lado de la cabeza o en un ojo, o aquellos que vienen acompañados de visión borrosa, hormigueos, dificultad para hablar, desmayos o confusión. Si el dolor empeora en frecuencia o interfiere con la vida diaria, no se debe esperar.
Además, mantener una rutina saludable —comer a intervalos regulares, hidratarse y practicar actividad física aeróbica— puede reducir notablemente la aparición de cefaleas. Aun así, los profesionales insisten en algo claro: el dolor de cabeza no siempre es “solo estrés” o “falta de descanso”. Automedicarse puede tapar los síntomas, pero no la causa.