El investigador Dan Buettner, reconocido por su estudio sobre las Zonas Azules, regiones donde las personas alcanzan edades centenarias con buena salud, dio a conocer un hábito común entre quienes viven más y mejor. Consiste en empezar el día con un desayuno simple y natural. Su propuesta se aleja por completo del modelo occidental cargado de azúcar y grasas, apostando en cambio por comidas saladas, ricas en fibra y de origen vegetal.
A través de sus publicaciones, Buettner insiste en que la primera comida del día no solo aporta energía, sino que también puede marcar la diferencia en la esperanza de vida. En países donde predominan los alimentos procesados, los desayunos suelen incluir cereales industriales, harinas refinadas o embutidos grasos, combinaciones que, según el experto, no favorecen ni la salud ni la longevidad.
Por el contrario, las comunidades que habitan en Okinawa (Japón), Nicoya (Costa Rica) o Cerdeña (Italia) mantienen rutinas alimentarias basadas en ingredientes frescos y naturales. Es en esos lugares donde Buettner pudo identificar los patrones más consistentes asociados con una vida larga, activa y equilibrada.
Así son los desayunos claves para la longevidad según un experto
El investigador explica que los desayunos de las personas más longevas no incluyen cereales azucarados, pan blanco ni tocino. En su lugar, priorizan preparaciones sencillas como porotos con arroz, pan integral con palta o sopas a base de vegetales. Estas combinaciones, comunes en las Zonas Azules, aportan la fibra y los nutrientes necesarios para sostener la energía durante toda la mañana.
Buettner enfatiza que la clave no está en los suplementos ni en productos caros, sino en alimentos reales y cocinados en casa. Las legumbres, cereales integrales y frutas son protagonistas porque ayudan a mantener estables los niveles de glucosa, reducen el colesterol y generan saciedad, lo que evita los excesos calóricos más adelante.
Verduras, legumbres, dieta vegetariana
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En sus palabras, “comenzar el día con un desayuno rico en fibra y basado en plantas prepara al cuerpo para funcionar mejor y mantener el equilibrio hasta el almuerzo”. Este tipo de alimentación, señala, es común entre las personas que superan los 100 años y disfrutan de una vida activa.
El especialista también recomienda reducir al mínimo los productos ultraprocesados y las grasas saturadas, frecuentes en los desayunos típicos de Estados Unidos y gran parte del mundo occidental. Recuperar el hábito de cocinar y elegir ingredientes naturales, afirma, es un paso hacia una vida más saludable y duradera.