Ni calentar el aceite ni poner más huevo: 5 trucos para que el pan rallado no se despegue de la milanesa

Esta receta es un clásico en cualquier hogar argentino por su sencillez y sabor, pero hay algunos secretos para que quede perfecta. Cómo hacer para que el rebozado sea dorado, parejo y crujiente.

¿Hay algo más rico que una buena milanesa? Este plato sencillo pero cargado de sabor es un clásico en cualquier restaurante del país y también es uno de los más elegidos para preparar en casa. Sin embargo, aunque se trata de una receta simple, también tiene sus trucos para que salga perfecta.

Saber algunos secretos de cocina puede ser la diferencia entre una milanesa común y una deliciosa. Uno de los problemas más comunes en la cocina, sobre todo para las personas con poca experiencia, es cómo evitar que el pan rallado se despegue de la carne y lograr que el rebozado quede dorado y parejo.

La solución es sencilla y no requiere ingredientes ni utensilios extra: está todo en la técnica. Lo mejor es que sirve para todo tipo de carnes, ya sea res, pollo o cerdo. Una vez que domines estos trucos, vas a poder preparar milanesas riquísimas y crujientes para comer solas, a la napolitana o como más te gusten.

MILANESAS

5 trucos para que el pan rallado no se despegue de la milanesa

  1. Preparar bien la carne: el primer paso antes de rebozarla es sacarle todos los nervios, tendones o partes duras. Con el calor de la cocción, los nervios se contraen, la milanesa se encoge y esto hace que el pan rallado se desprenda. Eliminarlos ayuda a que se adhiera mejor.
  2. Secar la carne: los cortes, especialmente los de pollo o cerdo, pueden soltar algo de líquido y provocar que el pan rallado no se pegue correctamente. Antes de rebozar, es clave secar la milanesa con papel absorbente.
  3. Usar harina antes del huevo y el pan rallado: una capa de harina ayuda a que la carne se seque aún más y funciona como pegamento para que el huevo y el rebozado se peguen de manera uniforme.
  4. Guardar las milanesas ya empanadas en la heladera: una vez que estén rebozadas, se recomienda llevarlas unos 20 minutos al frío. Este tiempo de reposo va a permitir que el empanado se adhiera mejor y, al llegar frías al aceite caliente, se sellarán más rápido y quedarán más crujientes.
  5. No mover las milanesas durante la cocción: ya sea que se preparen en la sartén, horno o freidora, la clave es dejar que se cocinen bien de un lado antes de darlas vuelta. De esta manera, el rebozado quedará bien adherido y no se despegará.
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