La actividad física es una parte fundamental en la rutina de las personas, y existen diferentes tipos de entrenamiento que sirven para mejorar el bienestar físico y mental. En esta línea, el yoga es una de las más practicadas a nivel mundial, ya que ofrece múltiples beneficios para el cuerpo.
De hecho, esta actividad también sirve para la falta de sueño, algo que muchas personas padecen y que nos afecta en diferentes niveles; nos quedamos sin energía, emocionalmente sensibles e irritables y mentalmente nos cuesta concentrarnos. Afortunadamente, el yoga, si se realiza correctamente, nos conecta con el sistema parasimpático, que desacelera el ritmo cardíaco, dilata los vasos sanguíneos, reduce el tamaño de la pupila y relaja los músculos.
Todo este estado de relajación se logra gracias al Yin Yoga, una rama que se practica a un ritmo lento y se realiza principalmente en el piso, manteniendo las posturas por más tiempo. En este sentido, existen tres posturas asanas que son esenciales para combatir este estado, ya que favorecen una relajación rápida.
Para lograr esta postura, apoyar las rodillas y los empeines en el piso, sobre una colchoneta. Llevar los glúteos hacia los talones y dejar caer la frente al piso. Extender los brazos hacia adelante o colocarlos al lado del cuerpo, siempre y cuando estén relajados. Mantener la postura entre 2 y 5 minutos, respirando profundamente.
Anandha Balasana (postura del bebé feliz)
Ananda-Balasana-The-Happy-Baby-Pose
Para esta postura, acostarse boca arriba sobre una esterilla. Doblar las rodillas hacia el pecho, llevar las plantas de los pies hacia el techo y sujetarlas por la parte externa con las manos. Intentar dirigir las rodillas hacia el piso mientras se balancea suavemente el cuerpo de un lado a otro. Mantener la postura entre 2 y 3 minutos.
Sarvangasana (postura de la vela)
Sarvangasana-or-Shoulder-Stand-Pose-or-Salamba-Sarvangasana
Para esta postura, acostarse boca arriba sobre una colchoneta. Levantar las piernas hacia el techo y usar los antebrazos para impulsarte, llevando las caderas hacia arriba. Colocar las manos en la zona baja de la espalda para apoyarte. Mantener la postura entre 1 y 2 minutos, siempre respirando profundamente.