Dormir con perros se volvió una costumbre arraigada en muchos hogares, aunque no todos coinciden en sus beneficios. Mientras algunos tutores aseguran no conciliar el sueño sin la calidez de su mascota al lado, otros temen que esta práctica altere la calidad del descanso o suponga un riesgo para la salud. Por ello, expertos en comportamiento animal, medicina veterinaria y trastornos del sueño analizaron el tema para ofrecer recomendaciones fundamentadas.
La cuestión va más allá del apego emocional: ¿favorece realmente el descanso compartir la cama con un animal? ¿Qué implicaciones higiénicas o psicológicas conlleva? La respuesta depende de variables como el estado de salud del tutor y de la mascota, el estilo de vida y la calidad del vínculo entre ambos. La ciencia indica que, si bien puede aportar sensación de seguridad y reducir el estrés, también existe la posibilidad de interrupciones nocturnas, alergias o transmisión de patógenos si no se cumplen ciertas normas de higiene.
Los estudios recientes permiten trazar un balance de ventajas y desventajas. Entre los beneficios destacan el apoyo emocional y la posible disminución de la ansiedad; entre los riesgos, las alteraciones en los ciclos de sueño y la higiene inadecuada del entorno. Con esta información, los tutores pueden tomar una decisión informada sobre si compartir o no la cama con sus mascotas, considerando tanto su propio bienestar como el de sus animales.
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Dormir con perros se volvió una costumbre arraigada en muchos hogares, aunque no todos coinciden en sus beneficios
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Cuál es la opinión de los veterinarios sobre dormir con tu mascota
Los especialistas coinciden en que dormir cerca de un perro puede aportar múltiples beneficios emocionales. El contacto físico libera oxitocina, la llamada “hormona del apego”, que favorece la relajación y reduce el estrés.
Para quienes viven solos, atraviesan un duelo o padecen ansiedad, la presencia del animal durante la noche suele traducirse en una mayor sensación de seguridad y compañía. Incluso se documentó que los perros de asistencia ayudan a mitigar pesadillas en pacientes con trastorno de estrés postraumático.
Además de los efectos calmantes sobre el tutor, la proximidad nocturna fortalece el vínculo humano-animal y puede reflejarse en un comportamiento más equilibrado de la mascota durante el día. Sin embargo, los veterinarios advierten que estos beneficios dependen de que el animal esté tranquilo y goce de buena salud. Un perro inquieto que se levanta con frecuencia, ocupa demasiado espacio o vocaliza puede interrumpir los ciclos de sueño y empeorar problemas como el insomnio o la apnea.
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Mientras algunos tutores aseguran no conciliar el sueño sin la calidez de su mascota al lado, otros temen que esta práctica altere la calidad del descanso o suponga un riesgo para la salud.
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En materia sanitaria, la recomendación es evaluar cada caso. Las personas con alergias, sistemas inmunitarios comprometidos, problemas respiratorios o heridas abiertas deberían evitar compartir la cama, así como aquellos tutores cuya mascota no tenga controles veterinarios y desparasitación al día. El riesgo de zoonosis es bajo, pero existe y debe minimizarse, manteniendo una higiene adecuada y visitas periódicas al veterinario.
También resulta crucial considerar el comportamiento animal. Si el perro muestra agresividad, marcaje, ansiedad por separación o conductas de dominancia, se aconseja posponer la convivencia nocturna hasta resolver esos problemas con ayuda profesional. En definitiva, dormir con la mascota puede ser positivo siempre que se respeten las necesidades de ambos y se garantice un entorno saludable y seguro.
Por último, los especialistas recomiendan establecer rutinas claras antes de dormir, tanto para el tutor como para la mascota. Brindar un entorno tranquilo, con horarios regulares y estímulos adecuados durante el día, puede ayudar a que ambos descansen mejor. Dormir con un animal no debe ser una decisión impulsiva, sino una elección consciente basada en el bienestar compartido.
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Por ello, expertos en comportamiento animal, medicina veterinaria y trastornos del sueño analizaron el tema para ofrecer recomendaciones fundamentadas.
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