Fue el parque de atracciones más grandes de Latinoamérica, estuvo cerrado y hoy funciona nuevamente: en qué parte de Buenos Aires está

Con el paso del tiempo, se transformó en un símbolo de lo que pudo haber sido y no fue. Para muchas generaciones, sigue siendo un espacio cargado de recuerdos, salidas familiares y excursiones escolares.

  • El Parque de la Costa abrió en abril de 1997 y está ubicado en Tigre, provincia de Buenos Aires.
  • Fue concebido como el parque de diversiones más grande de Latinoamérica, con una inversión superior a los 400 millones de dólares.
  • Incluyó desde el inicio montañas rusas, juegos mecánicos, espectáculos en vivo y personajes propios.
  • El Tren de la Costa fue una pieza clave del proyecto, pensado para llevar visitantes directamente al parque.

Fue el parque de atracciones más grandes de Latinoamérica, estuvo cerrado y hoy funciona nuevamente: abrió sus puertas en abril de 1997 y en 2025 está a punto cumplió 28 años, resistiendo entre crisis, deudas y relanzamientos. ¿En qué parte de Buenos Aires está?

Durante décadas, una leyenda urbana circuló con fuerza en la Argentina: ningún parque de diversiones logra sobrevivir más de 30 años. El cierre del mítico Ital Park en 1990 alimentó esa idea y marcó a fuego a los proyectos que vinieron después.

Ubicado en la zona del Delta de Tigre, en la provincia de Buenos Aires, el Parque de la Costa supo ser el complejo de entretenimiento más grande de Latinoamérica. Hoy, tras haber atravesado cierres parciales y una profunda crisis económica, vuelve a funcionar y mantiene viva una historia marcada por la ambición, la nostalgia y la lucha por sobrevivir.

Parque de la costa

Cuál es la historia del Parque de la Costa de Buenos Aires

El proyecto del Parque de la Costa nació con un objetivo claro: convertirse en el parque de diversiones más importante de Sudamérica. Para lograrlo, se invirtieron más de 400 millones de dólares en montañas rusas, juegos mecánicos de última generación, espectáculos en vivo y personajes propios como Cara de Barro y Braulio.

Sin embargo, los números nunca terminaron de cerrar. En sus mejores años, el lugar recibió alrededor de 1,7 millones de visitantes anuales, muy por debajo de los tres millones proyectados.

Para entender la historia del Parque de la Costa hay que retroceder a 1992, cuando el gobierno de Carlos Menem otorgó la concesión de la línea ferroviaria Maipú–Delta a la empresa Sociedad Comercial del Plata. El tren no era el fin en sí mismo, sino el medio para llevar público a un gran parque de diversiones que prometía cambiar el mapa del entretenimiento en el país.

Desde sus primeros años, enfrentó dificultades financieras. Para sostener el proyecto, se tomaron préstamos millonarios y se incorporaron nuevos juegos. En 1998, la empresa solicitó un préstamo con la expectativa de que el año siguiente marcara el despegue definitivo. Pero eso nunca ocurrió. En 2021, el parque terminó siendo vendido por un peso simbólico, una cifra que reflejó la profundidad de la crisis. Hoy, a casi tres décadas de su inauguración, el parque continúa en funcionamiento y mirando de reojo la barrera simbólica de los 30 años. Si logra superarla, será más por esfuerzo y nostalgia que por un modelo económico sólido.

TEMAS RELACIONADOS