Las personas intentan llevar una vida saludable, consumiendo los productos básicos que contienen nutrientes y vitaminas como frutas, verduras, huevo, frutos secos. Sin embargo, hay muchos alimentos que son una fuente de energía natural y que muy pocos conocen.
Entre estos alimentos se encuentra el maní, el cual aporta numerosos beneficios para la salud. Comúnmente se lo asocia con los frutos secos, pero en realidad es una legumbre, perteneciente a la misma familia que las lentejas, los porotos y la soja.
El maní no sólo iguala a las almendras y nueces sino que supera a muchos de ellos en términos de proteínas y nutrientes esenciales. El mismo se puede consumir de varias maneras: crudo, tostado o como mantequilla de maní. Tostarlo potencia sus antioxidantes y mejora su sabor, mientras que su versión en crema o mantequilla es ideal para snacks o recetas dulces y ensaladas.
Se recomienda elegir la versión sin sal y sin azúcar añadida, ya que estas opciones conservan mejores sus propiedades nutricionales. Por otra parte, es importante controlar las porciones, ya que el consumo excesivo puede llevar a un aumento de calorías en la dieta. Además, algunas personas deben ser cautelosas debido a la posibilidad de alergias, las cuales, según especialistas, pueden provocar reacciones graves como anafilaxia.