¿Cuándo es mejor?: la época ideal para hacer running y ejercicios

Hay una estación que permite ver lindos paisajes junto a temperaturas agradables.

La llegada del otoño marca un punto de equilibrio entre el calor extremo del verano y el frío intenso del invierno. Por eso, es una de las estaciones más recomendadas para comenzar o mantener una rutina de entrenamiento, especialmente si se trata de salir a correr al aire libre.

Este período cuenta con una serie de factores que son favorables a la práctica deportiva, como temperaturas templadas, paisajes atractivos y un entorno menos hostil para quienes buscan mantenerse activos sin exponerse a condiciones climáticas adversas. Esto facilita la constancia y potencia tanto los beneficios físicos como emocionales.

El running en otoño no solo resulta más cómodo, sino que además impacta positivamente en el ánimo y refuerza el sistema inmunológico, llevando a la posibilidad de realizar una preparación natural de cara a las actividades que se pueden realizar durante el invierno.

Running otoño

Los beneficios de hacer running en otoño

Practicar running en esta estación permite que el cuerpo se adapte progresivamente al entorno, reforzando las defensas frente a enfermedades comunes. El aire fresco y húmedo obliga al organismo a realizar un esfuerzo adicional, fortaleciendo el sistema inmune siempre que el ejercicio se realice con equilibrio.

En paralelo, el contacto con la naturaleza y la actividad física sostenida ayudan a reducir los niveles de estrés. La liberación de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina favorece un mejor estado emocional, siendo útil incluso para mitigar los efectos de la llamada “melancolía otoñal”.

Otro punto muy importante es la indumentaria: se recomienda utilizar ropa liviana y térmica, con capacidad para evacuar la transpiración. Esto previene enfriamientos posteriores al entrenamiento y permite una mejor adaptación a los cambios de temperatura.

Running otoño

Las recomendaciones para hacer ejercicio

Establecer una rutina con horarios fijos es una de las mejores formas de realizar esta actividad de manera constante. La planificación previa de los entrenamientos permite evitar excusas y consolidar el hábito. Además, contar con un compañero o integrarse a un grupo de corredores puede ser un impulso extra para no abandonar.

También es importante no exigirse más de la cuenta. No significa que se haya fracasado si no se pudo cumplir con una sesión. El progreso en el ejercicio físico es gradual, y retomar al día siguiente sin presiones es parte del camino hacia la constancia.