Aunque comas bien: cómo impacta el sedentarismo en la longevidad según un experto
El movimiento diario es esencial para evitar el deterioro muscular. Una dieta variada y hábitos equilibrados sostienen el bienestar con el paso del tiempo.
Una dieta correcta no alcanza para mantener la masa muscular sin movimiento regular.
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Un médico especializado advierte que una alimentación adecuada no evita la pérdida de masa muscular si falta actividad física.
La inactividad acelera la sarcopenia incluso en personas que siguen un plan nutricional estricto.
El equilibrio entre ejercicio y una dieta variada es clave para sostener la salud a largo plazo.
El experto subraya que el sedentarismo impacta en todo el organismo y deteriora la calidad de vida con el paso de los años.
El vínculo entre alimentación y actividad física vuelve a estar en debate a partir de la mirada de un médico especializado en envejecimiento saludable que advierte que una dieta correcta no alcanza para mantener la masa muscular sin movimiento regular. Su planteo pone el foco en el problema de la pérdida de fuerza y tonicidad que avanza con los años cuando el cuerpo permanece inactivo.
En este sentido, la sarcopenia surge como uno de los puntos centrales, ya que progresa incluso en personas que cuidan lo que comen y priorizan alimentos ricos en proteínas. La falta de estímulo físico impide que los nutrientes cumplan su función estructural y agrava el deterioro muscular, algo que los especialistas consideran clave para la salud integral.
La reflexión del profesional busca a que el bienestar no dependa solo de lo que se incluye en el plato, sino también del movimiento cotidiano. Desde su perspectiva, adoptar una rutina adaptada a cada persona es fundamental para sostener la vitalidad con el paso del tiempo.
Longevidad
Apostar por el movimiento diario asegura beneficios duraderos y accesibles, con efectos positivos tanto en la salud física como en la calidad de vida a largo plazo.
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Qué pasa si tenes una vida sedentaria y te alimentas bien según un experto en longevidad
El médico explica que la calidad de la dieta, por sí sola, noevita la pérdida progresiva de masa muscular. Aunque la proteína aporta los aminoácidos necesarios para reparar tejidos, este proceso requiere que el cuerpo esté activo y haya rotura de fibras para que los nutrientes puedan actuar. Sin ese estímulo, la sarcopenia avanza incluso en quienes siguen hábitos alimentarios estrictos. El especialista lo resume de forma tajante: comer bien no compensa el impacto de horas prolongadas sin movimiento.
También detalla que quienes siguen patrones vegetarianos o veganos necesitan una planificación adecuada para garantizar la presencia de aminoácidos esenciales, ya que su disponibilidad depende de cada alimento. Pese a eso, remarca que el problema no surge por un día aislado sin proteína, sino por la falta de equilibrio entre ejercicio y nutrición a lo largo del tiempo.
Longevidad
La esperanza de vida creció notablemente en las últimas décadas, aunque superar los 100 años sigue siendo un desafío para la mayoría.
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Advierte además que el sedentarismo afecta a distintos sistemas del organismo. Permanecer inactivo durante largos períodos deteriora la salud cardiovascular, limita la función metabólica y acelera el desgaste muscular. Para el especialista, lo importante está en sostener una rutina de esfuerzo adaptada a las posibilidades de cada persona, ya que mantener activas las fibras musculares es vital para conservar autonomía y calidad de vida con el envejecimiento.
Junto a la actividad física, también destaca la importancia de una alimentación variada basada en ingredientes naturales. Valora especialmente el patrón mediterráneo, que prioriza frutas, vegetales, granos y proteínas de calidad. Además, alerta sobre la presencia creciente de ultraprocesados en la dieta diaria y sobre los riesgos de consumir proteínas en exceso, lo que puede generar sobrecarga hepática y renal.
Su recomendación apunta a encontrar un punto medio que mezcle movimiento, hidratación y alimentos frescos para evitar la obsesión por cálculos estrictos y enfocarse en un estado general más saludable, que incluya bienestar emocional y propósito personal.