Existe un vegetal que está lleno de nutrientes y puede ayudarte a tener una vida larga y plena, según expertos en nutrición. Es sabido que las verduras y las frutas son los principales alimentos naturales ricos en nutrientes que necesitamos consumir a diario para llevar una vida saludable y larga. Sin embargo, existe un vegetal en particular que se destaca por encima de otros, y que según expertos, es el mejor para tener longevidad, bienestar y una vida sana.
La nutricionista registrada Nisha Melvani contó en diálogo con Real Simple cuál es el mejor vegetal para la longevidad y el bienestar. Se trata del kale, un vegetal de verdura verde que si bien es bastante conocido, muy pocas personas lo consumen a diario en Argentina. Lo cierto es que tiene una enorme cantidad de nutrientes esenciales, especialmente antioxidantes y fibra, superando a otros en su potencial para proporcionarnos una vida larga y plena.
Qué beneficios tiene el kale y por qué aporta a tener una mejor longevidad
Estos antioxidantes presentes en el kale son los carotenoides (como la luteína y el betacaroteno) y la vitamina C, que ayudan a neutralizar los radicales libres dañinos y reducen el estrés oxidativo en el cuerpo, explica la experta. Esto es clave para la longevidad, ya que el estrés oxidativo crónico puede contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas.
La vitamina C, “apoya la función inmunológica al promover la producción y funcionamiento de los glóbulos blancos, ayudando al cuerpo a combatir infecciones de forma más efectiva”, destaca la experta. Además, favorece la producción de colágeno en la piel, reduciendo el riesgo de que gérmenes ingresen al cuerpo. El kale también aporta glucosinolatos, compuestos vinculados a un menor riesgo de enfermedades crónicas por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
El consumo de fibra es fundamental para prevenir el cáncer de colon, favorecer la digestión, el tránsito intestinal, la microbiota intestinal, entre otras cosas referidas a la salud gastrointestinal. Según Melvani, la fibra insoluble da volumen a las heces y favorece los movimientos intestinales regulares, mientras que la fibra soluble alimenta las bacterias buenas del intestino y favorece la producción de ácidos grasos de cadena corta, que reducen la inflamación y fortalecen el sistema inmunológico. Además, la fibra soluble regula el colesterol en sangre y el azúcar en sangre, claves para prevenir enfermedades.