El ministro de Economía, Luis Caputo, se reunió este martes con los enviados del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco de la primera revisión del acuerdo de facilidades extendidas alcanzado el 11 de abril, que incluyó un crédito de u$s 20.000 millones.
Detrás del habitual hermetismo técnico, el mensaje es claro: el FMI vino a mirar de cerca los números del ajuste, el nivel de reservas y el avance de las reformas comprometidas en el acuerdo que el Ejecutivo firmó en el cuarto mes del año.
La comitiva del Fondo está encabezada por el funcionario nepalés Bikas Joshi, quien llegó este martes para comandar las reuniones con el equipo económico de Caputo. “Se van a reunir toda la semana”, confirmaron fuentes del Palacio de Hacienda.
La evaluación será técnica, pero el contexto es político. El Fondo quiere garantías de que Milei y Caputo cumplirán los compromisos asumidos: mantener el superávit fiscal, fortalecer las reservas del BCRA y avanzar con el paquete de reformas estructurales.
Ajuste, dólar y reformas: las tres variables que el Fondo monitorea
El acuerdo alcanzado el 11 de abril supuso la flexibilización parcial del cepo cambiario y la implementación de un dólar flotante con bandas, pero con el compromiso explícito de llevar adelante reformas estructurales que ahora el Gobierno busca legitimar a través del Consejo de Mayo, conducido por Guillermo Francos.
Caputo llega a esta revisión con el ajuste en marcha, pero sin despejar del todo las dudas sobre su sostenibilidad. La recesión ya golpea de lleno al consumo, la inflación sigue alta, y el ingreso de divisas por exportaciones todavía no alcanza para recomponer las reservas. Por eso, para el FMI esta visita es clave: no sólo quiere ver el Excel, también necesita señales políticas de continuidad.